El exfutbolista Andriy Shevchenko, nombrado mejor jugador del mundo en 2004, ha sido uno de los deportistas más implicados contra la invasión rusa que asola su país desde el pasado marzo. El antiguo delantero de clubes como el AC Milán o el Chelsea lo ha vuelto a demostrar una vez más al acudir a Polonia, donde ha podido palpar de primera mano el estado de los miles de niños ucranianos que han tenido que huir de su casa y que ahora viven en el país vecino como refugiados de guerra.

«Casi tres millones de niños de Ucrania se han visto obligados a huir de sus hogares en los últimos cinco meses como consecuencia del conflicto. El impacto físico de la guerra es evidente, pero no podemos olvidar el impacto psicológico en estos jóvenes. No basta con sacar a un niño de la guerra. Tenemos que sacar la guerra de los niños», ha asegurado el también exentrenador de la selección ucraniana.

Shevchenko, 45 años, visitó en Varsovia, capital polaca, a muchos de los niños a los que hizo referencia en su emotivo discurso, los cuales han tenido que abandonar su niñez para abordar la dura realidad que les rodea. Para ello, el mítico futbolista, con la experiencia que le precede, propuso el deporte como una de las vías para proteger su salud mental: «El deporte tiene un poder increíble para romper barreras y crear esperanza en tiempos de desesperación».