Una niña de 4 años y una mujer, víctimas de una nueva tragedia en la Ruta Canaria

Los cuerpos encontrados por Salvamento quedaron sepultados incluso antes del inicio de su travesía en una patera que iba sobrecargada

Canarias 7, EFE, 18-07-2022

El fenómeno migratorio es de por sí una historia de terror con final incierto y el Atlántico uno de sus peores capítulos. En esas páginas se escriben a diario nombres de desaparecidos en el mar, naufragios y muertes como las que ocurrieron este viernes en Lanzarote.

Una niña de cuatro años y una mujer fueron encontradas la noche anterior ya fallecidas en una zódiac a 55 kilómetros de la isla, junto a otras 50 personas que trataban de alcanzar la costa. Según relataron sus compañeros de travesía, apunta Efe, ambas fallecieron en el mismo momento del embarque, quedando sus cuerpos sepultados en la neumática durante todo el trayecto.

Es habitual que en las barcazas se sobrecarguen con el fin de incrementar al máximo el beneficio de quienes lideran este tipo de operaciones, tal y como han explicado expertos, ONG y los propios supervivientes. Las personas se amontonan a la hora de partir, la mayor parte de las veces sin posibilidad de dar media vuelta, amedrentados por el caos y la violencia.

Una vez a bordo, no pueden moverse para no desestabilizar la barca, que tampoco reúne ningún tipo de condiciones de seguridad. Además, la mayoría quienes suben ella ni siquiera saben nadar.

Una historia similar es la que han contado los ocupantes de la lancha donde se encontraron los dos cuerpos. Relataron a su llegada al puerto de Arrecife que el embarque fue tan precipitado que la niña se soltó de la mano de la que podría ser su madre y se quedó aplastada en el fondo de la barca. Sin posibilidad de moverse y expuesta al agua que iban cargando las olas, terminó ahogándose, probablemente del mismo modo que la otra víctima.
El accidente pudo estar relacionado con la presencia de patrulleras, lo que apremió a las personas a subirse a la barca para no ser vistas
Poco más se ha sabido de la zódiac salvo la información facilitada por Salvamento Marítimo. El pesquero El Marina fue quien la avistó en la tarde del jueves mientras faenaba por la zona y dio el aviso. Sobre las 19.30 llegó en su ayuda la Salvamar Al Nair, que debido a la complejidad del rescate pidió el apoyo de un helicóptero para evacuar de urgencia a un hombre al hospital. Además de las dos fallecidas, fueron socorridas otras 48 personas, nueve de ellas eran mujeres.

No fue la única patera rescatada esa noche. La salvamar localizó otra neumática antes de regresar a tierra con 26 hombres y una mujer a bordo que se sumaron a los que aguardaban en cubierta su traslado a Arrecife.

De esta última había tenido noticias el colectivo Caminando Fronteras. Aparentemente, la intención era que otras 50 personas salieran desde el sur de Marruecos, pero al verse sorprendidas sorprendidas por una patrulla de la policía marroquí, tuvieron que embarcar a la carrera y solo pudieron partir la mitad. Relata Efe que quienes se quedaron en tierra explicaron lo sucedido y dieron el aviso a la ONG.

Debido a las condiciones de la primera patera y su posición, todo apunta a que ambas salieron de la misma zona y en horas muy próximas. Bajo este argumento, Caminando Fronteras no descarta que también fueran las mismas personas quienes fletaron ambas barcas y que la presencia de las autoridades marroquíes apurara a la primera para que se subieran a toda prisa y evitar ser sorprendidos.

«El enfoque del control migratorio sigue poniendo el foco en otras cuestiones por encima del derecho a la vida y eso se está reflejando en este tipo de tragedias terribles, la falta de coordinación entre ellos o la precariedad de los servicios de rescate», ha explicado la activista y fundadora del colectivo Helena Maleno.
La ruta más mortífera
El aumento de la precariedad de las embarcaciones es otro asunto que lleva tiempo preocupando a este tipo de organismos. Alertan, además, de que el refuerzo en las fronteras de Marruecos podrían derivar los flujos de salida más al sur, lo que incrementaría a su vez la peligrosidad.

Por su parte, Salvamento Marítimo se enfrenta a rescates cada vez más complicados debido al sobrecargo en las pateras. La media suele ser de unas 50 personas –a veces incluso más– para unas barcas pensadas para soportar el peso de la mitad.

De hecho, hace apenas unos meses, en abril, 24 personas desaparecieron –y se dieron por muertas– momentos antes de que la Guardamar Calíope acudiera en su ayuda. La barca llevaba 61 personas a bordo y, en un momento de histeria, al divisar a Salvamento a lo lejos, volcó.

Sus cuerpos no fueron encontrados, como tantas otras vidas de las que nadie es testigo y que se quedan al margen de unas estadísticas de por sí «atroces».

Tan solo en el primer semestre de este año han muerto al menos 311 personas en el Atlántico intentando llegar en patera a Canarias, según las cifras recogidas por el proyecto ‘Missing Migrants’, de la Organización Internacional para las Migraciones (OIM). Si bien supone una ligera disminución con respecto al mismo periodo del año pasado, el promedio es de casi dos personas al día y las ONG temen que un repunte en los meses de otoño incremente aún más ese dato.

Una media de dos personas al día mueren en la travesía hacia las islas. El año pasado se contabilizaron más de 300
Del total registrado hasta junio, 31 de los fallecidos corresponde a mujeres y 15 a menores. Además, teniendo en cuenta las casi 9.000 personas que contabiliza el Ministerio de Interior que han llegado al archipiélago en ese periodo, la OIM estima que uno de cada 28 murió. Una cifra que supone el doble del promedio de fallecidos en el Mediterráneo, que cuenta uno por cada 50.

Con todo, el foco sigue puesto en la Ruta Canaria como la más mortífera. En 2021, de cada cinco muertes de inmigrantes en todo el mundo, una se produjo en una patera rumbo a las islas.

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