Mujeres refugiadas con discapacidad

«De las 37 millones de personas refugiadas que hay en el mundo, 14 millones tienen una discapacidad»

Cermi presenta una guía para ayudar a las mujeres refugiadas con discapacidad en España. Uno de los desafíos a los que se enfrenta este colectivo es la obtención del reconocimiento del estatus especial

ABC, Daniel Verdú López, 13-07-2022

El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (Cermi), con el apoyo del Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030, ha organizado un conversatorio sobre la situación de las mujeres refugiadas con discapacidad. Además, presentaron una guía para proporcionar una asistencia adecuada a este colectivo, en situaciones de conflictos armados y de emergencias humanitarias.

El Cermi habló sobre la triple vulnerabilidad que sufre este colectivo: «Mujeres, refugiadas y discapacitadas». La primera mesa redonda de la mañana contó con la intervención de José Luis Martínez Donoso, presidente de la Comisión de Cooperación Internacional del Cermi, y de Giulia Traverso, del Foro Europeo de la Discapacidad.

«Cermi se puso a disposición, desde el primer momento de la guerra en Ucrania, para acoger a refugiados y se ofreció a atender estas necesidades», explicó Martínez Donoso. También, evidenció los problemas que sufren estos refugiados: «Se les da residencia y permiso de trabajo, pero falta un reconocimiento especial de persona refugiada discapacitada».

Colaboración de Cermi en Ucrania

Las soluciones que Cermi ha llevado a cabo van desde la dotación de materiales al ofrecimiento de instalaciones, como centros de acogida u hoteles: «El objetivo es acogerles de forma residencial y asistencial, dar esa atención que requiere la discapacidad».

Martínez Donoso explicó más detalles sobre la situación de los discapacitados en Ucrania: «Los que habían salido del país se quedaban en campamentos en Polonia, Rumanía o Moldavia. Hemos colaborado también con Mensajeros de la Paz y con el chef José Andrés y su ONG, en campamentos dentro de Ucrania».

Cermi ha enviado más de 500 toneladas de productos y materiales, como infraestructuras, aseos, duchas o cualquier elemento de ayuda a la discapacidad. También, ha actuado en situaciones de emergencia inmediata, con ayuda de la ONCE, con dos personas ciegas que se encontraban en situación de grave vulnerabilidad.

«Parecían campamentos de zombies. Era muy difícil verlas sonreír o interactuar con las mujeres discapacitadas». Es el relato personal de cinco colaboradores de Cermi, que dejaron el mensaje claro de que hay que «seguir ayudando y no olvidarnos».

Giulia Traverso, del Foro Europeo de la Discapacidad, presentó el Programa Ucrania, que busca apoyar la respuesta humanitaria inclusiva y accesible posible de las personas discapacitadas.

Entre sus objetivos destacan la atención de las necesidades inmediatas en colaboración con sus organizaciones representantes, apoyar la inclusión de la discapacidad con una respuesta humanitaria más amplia y asegurar la recuperación de las personas con discapacidad y desarrollar la movilidad a largo plazo.

«Muchas vías de evacuación no son accesibles y los refugios antiaéreos obligan a quedarse en casa. Además, también existen barreras dentro de los mismos refugios», apuntó Traverso.

Respecto a los problemas de los refugiados cuando llegan a su nuevo país, Traverso explicó la falta de acceso de la información sobre vivienda, salud, educación y protección social, además de la falta de planificación de la integración a largo plazo o los desafíos para obtener el reconocimiento del estatus de discapacidad. Entre los países que colaboran se encuentran Ucrania, Lituania, Polonia, Eslovaquia, Hungría, Rumanía y Moldavia.

Una de las mujeres beneficiadas por este programa explicó su testimonio por videollamada. Se trataba de una mujer discapacitada, madre de un hijo también con discapacidad: «Grupos de voluntarios ayudaron a más de mil familias con niños como mi hijo. Hacían actividades para ellos y nos ayudaban».

Rol del Parlamento Europeo

En la segunda ronda de la mañana, se expuso el rol del Parlamento Europeo en este tipo de situaciones con las intervenciones telemáticas de las eurodiputadas Mónica Silvana y María Eugenia Rodríguez Palop.

Rodríguez Palop, habló sobre la situación de los 2,7 millones de discapacitados en Ucrania. «El 90% de las refugiadas son mujeres y niños. Además sabemos que las mujeres desplazadas corren mayor riesgo de ser víctimas de violencia sexual».

Silvana explicó que la situación desfavorable de los discapacitados se ha incrementado por la situación en Ucrania: «De las 37 millones de personas refugiadas que hay en el mundo, 14 millones de ellas son personas con discapacidad». Además, recordó que el 36% de la asistencia humanitaria del mundo se realiza por parte de la Unión Europea. También, incidió que «los protocolos actuales de protección no tienen enfoque de género ni de discapacidad» y que «se trabaja para incluirlo». «Uno de cada cinco mujeres refugiadas han sufrido violencia sexual y es imprescindible aportar este enfoque», explicó la eurodiputada.

Giulia Traverso, del Foro Europeo de la Discapacidad ABC

Por último se presentó una guía elaborada por la Fundación CERMI Mujeres, que ofrece un asesoramiento efectivo a responsables públicos y agentes sociales sobre la atención a mujeres y niñas con discapacidad desplazadas, refugiadas y/o solicitantes de asilo, ante la ausencia de una respuesta específica , sistemática e inclusiva para su acogida por España o por otros países europeos.

La guía ofrece una orientación a terceros países sobre las medidas que se deben adoptar en la política de ayuda humanitaria, migración, refugio y asilo desde un enfoque interseccional de género y discapacidad respetuoso con los derechos humanos.

«Intentamos ofrecer recomendaciones para la política ante la ausencia de una planificación espacial adecuada y segura con infraestructuras eficientes y accesibles», finalizó Ana Peláez, vicepresidenta ejecutiva de la Fundación Cermi Mujeres.

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