Con los nervios de la primera vez y con mucha emoción contenida, Tolosa se prepara estos días para reencontrarse con los niños y niñas saharauis que acogerá durante este verano en las familias que participarán en el programa solidario ‘Oporrak bakean’ (Vacaciones en Paz). Tres semanas más tarde de lo habitual, pero con la ilusión que le caracteriza, el municipio volverá a convertirse una vez más en una gran familia con el convencimiento de facilitar a los menores a que pasen el mejor verano posible.

En el mes de marzo los dinamizadores del programa recalcaron la importancia de la campaña de captación de familias de este año, ya que debido a las circunstancias y las consecuencias originadas por la pandemia no contaban con ninguna familia de acogida y partían de cero.

Retomar la campaña y «volver a la normalidad» ha sido todo un reto para los dinamizadores del programa. Tras el parón de los últimos dos veranos por la pandemia, en cambio, Gipuzkoa acogerá a un total de 44 menores saharauis, de los cuales Tolosaldea atenderá a ocho niños y niñas: seis serán acogidos en familias de Tolosa y Alegia y otros dos dentro del proyecto Maiatzak 20. Este año, además, no habrá un albergue de acogida de Gipuzkoa, que durante años se ha ubicado en Amasa y en el barrio San Esteban de Tolosa.

La llegada de los niños es inminente, aunque a día de hoy se desconoce la fecha exacta; este año el programa se ha activado más tarde de lo habitual debido a los protocolos a seguir por la pandemia y la tramitación de los visados. «Todo está organizado desde hace varias semanas: las citas médicas, el cursillo de natación, la fiesta de bienvenida… todo con gran ilusión para que los niños y niñas pasen un verano especial, lleno de solidaridad y cariño, más aún sabiendo las condiciones en las que se encuentran en los campamentos de refugiados, las altas temperaturas del desierto y la situación de guerra que vive en la actualidad el pueblo saharaui. Las familias tolosarras esperan también con ilusión y nervios la llegada de sus nuevos integrantes de la familia», señala Ana Trapero, coordinadora del programa Vacaciones en Paz.

Veintiún años después
Tolosaldea comenzó a participar en este programa de acogida temporal hace veintiún años. Se trata de una iniciativa que se desarrolla con la ayuda de los ayuntamientos de Tolosaldea y la asociación Tolosaldea Sahararekin a través de la cual los niños y niñas que viven en los campos de refugiados de Tinduf en el Sáhara Occidental tienen la opción de pasar los meses de junio y agosto fuera del calor del desierto.

La edición de este año coincidirá con el cambio de ciclo del grupo de menores, por lo que los niños que llegarán serán menores nacidos en 2014 que han cumplido ocho años. Saldrán por primera vez de los campamentos, por lo que dicen los impulsores del programa, «prácticamente todo este verano será nuevo para ellos, una gran aventura en la que combinaremos planes y actividades en el mar, la montaña, la piscina, y que celebraremos con juegos y fiestas en los pueblos vecinos», añaden.

Asimismo, los dinamizadores del programa señalan que los menores vendrán vacunados y con una prueba PCR negativa –una de las condiciones–, y a la vuelta se ha fijado un protocolo de actuación ante posibles casos positivos en coronavirus.

La pandemia en los campamentos saharauis «no se ha vivido igual». Adnan Dahi, presidente del colectivo saharaui de Gipuzkoa, recuerda que el 73% de la población está vacunada, el virus ha causado muchas muertes de personas mayores de 70 años, aunque actualmente afirma que el virus ha remitido considerablemente.