Casi un mes después de que el cuerpo de Abdourramane Bah apareciera ahogado en el río Bidasoa, la jueza encargada del caso ha firmado la identificación oficial de su cadáver. Un error ortográfico en la documentación que entregaron a Abdourramane el último migrante fallecido en la ruta migratoria vascofrancesa en Canarias, tras llegar en patera, provocó que la prueba ordinaria de identificación no fuera aceptada. En vez de «Bah», en ese documento su apellido aparecía como «Bas».

Su tío Mamadou, que reside en Barcelona, se acercó a Irun a identificar el cuerpo de Abdourramane. Pero tras el error ortográfico tuvo que someterse a una prueba de ADN. Finalmente, este lunes se ha confirmado oficialmente que se trata de su sobrino y el director de Migraciones y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, acudirá hoy al juzgado de Irun con un poder de la familia para poder comenzar los trámites de la repatriación del cuerpo.

Los hechos sucedieron el fin de semana del 18 de junio, cuando Abdourramane apareció sin vida en el agua del Bidasoa. El joven había partido de Guinea Conakry allá por 2019 y llegó a Canarias en mayo. Hacía tres años que no veía a su familia, el tiempo que ha pasado desde que Abdourramane inició su travesía hacia Europa, pero el 14 de junio su tío recibió una llamada de él, en la que le decía que estaba bien. Esa noche durmió en el recurso de Hilanderas. Al día siguiente es cuando se le pierde la pista. Al parecer, ese mismo día realizó otra llamada a un amigo que estaba en Francia, a quien le dijo que estaba buscando la Cruz Roja francesa, por lo que todas las hipótesis apuntan a que logró cruzar al país galo pero le devolvieron a Irun.