España ha enviado un avión a Malta para repatriar a los 51 inmigrantes del pesquero de Santa Pola entre varios países europeos y africanos. La embarcación presumiblemente atracará hoy en el puerto de La Valeta, tras pasar seis días retenida en el mar desde que rescataran a los inmigrantes de una patera. Los inmigrantes rescatados hace seis días por el pesquero de Santa Pola Francisco y Catalina desembarcarán hoy en Malta después de que España lograra ayer un acuerdo con varios países europeos y africanos para repartirse la acogida de los 51 náufragos.

Una vez que los inmigrantes lleguen al puerto de La Valeta, serán trasladados en avión a España, desde donde se distribuirán a los países participantes en el acuerdo, informó el Ministerio de Asuntos Exteriores. Al cierre de esta edición, el pesquero no había recibido autorización de las autoridades maltesas para atracar, por lo que presumiblemente lo hará a primera hora de hoy.

La medida fue comunicada a la tripulación en la tarde de ayer por la embajadora de España en Malta, Marta Vilardel, después de que la situación en el barco se hubiera agravado en las últimas horas.

El acuerdo pone punto y final a la crisis generada por la negativa de las autoridades maltesas a acoger a los 51 africanos rescatados el pasado día 14 de la patera en la que viajaban a la deriva en las aguas internacionales que separan Libia y Malta .

Ya a primera hora de la mañana, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, anunciaba la posibilidad de que España acogiera a algunos de los inmigrantes una vez terminadas las tareas de identificación de sus países de origen, condición que imponía Malta para aceptar el desembarco.

León reconocía que el caso estaba alcanzando un nivel “verdaderamente dramático” y que el estado de los ocupantes comenzaba a ser “preocupante”.

Tres inmigrantes –una niña y su madre y una mujer embarazada– fueron evacuadas el martes a La Valeta para recibir asistencia médica, mientras que el cansancio iba haciendo mella en los otros 48 náufragos y los diez miembros de la tripulación.

El patrón del barco, José Durá, reconoció que los marineros estaban “un poco desesperados” y que los víveres comenzaban a escasear, aunque aún había para dos o tres días.

El pesquero Francisco y Catalina partió el 26 de junio de las costas españolas y comenzó a faenar tres días después con la idea de permanecer en la zona hasta finales de agosto, propósito que aún mantienen los tripulantes.

El comisario europeo de Seguridad, Libertad y Justicia, Franco Frattini, manifestó su confianza en que la crisis se pudiera resolver “con la solidaridad” de los países de la UE. Frattini apuntó que el acuerdo que se alcanzara no sentaría un precedente para casos similares que pudieran surgir en el futuro.

El comisario italiano insistió en la necesidad de no “dejar sola a Malta ante la presión que sufre a causa de la inmigración ilegal”, al tiempo que agradeció la actuación de los marineros españoles.

La gravedad de la situación suscitó también la reacción del Defensor del Pueblo, Enrique Múgica, quien envió un comunicado a su homólogo de Malta, Joseph Said Pullicino, para que adoptara todas las medidas necesarias que posibilitaran una salida “rápida y justa”.

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