La inmigración amenaza con convertirse en el enésimo campo de batalla política entre PP y PSOE en la Región. Con la polémica por la situación de los subsaharianos del Jardín Chino de fondo, el Ejecutivo regional y la Delegación del Gobierno se han enzarzado en un agrio debate que comenzó la semana pasada, cuando la Comunidad anunció su intención de no recibir, de momento, más vuelos desde Canarias. El director general de Inmigración, Basilio Gómez, aireó ayer las cifras de traslados de inmigrantes a la Península ofrecidas por el Gobierno central en respuesta a una interpelación parlamentaria del PP. A la luz de estos datos, la Región ha recibido en los últimos dos años un contingente de subsaharianos diez veces superior al que ha acogido Barcelona.

Desde el 1 de enero de 2004 al 28 de febrero de 2006, al aeropuerto de San Javier han llegado 2.587 inmigrantes en 139 vuelos, mientras que la ciudad condal tan sólo ha recibido a 253 personas. Una diferencia abismal que encuentra su explicación en los traslados de 2004. Ese año, Murcia recibió 2.163 subsaharianos, mientras que a Barcelona no llegó ningún vuelo. En 2005, la ciudad condal ya recibió a 101 inmigrantes, pero Murcia siguió por delante, con 394 acogidos. La tendencia ha cambiado este año. En enero y febrero, Murcia recibió a 30 inmigrantes frente a los 152 que aterrizaron en la capital catalana. En términos globales, Murcia es la segunda comunidad autónoma en número de traslados, dentro de un ranking que encabeza Madrid. Si se atiende sólo a los primeros meses de 2006, la Región pasa sin embargo al último puesto de la lista. El director general de Inmigración, Basilio Gómez, exigió al Ministerio «que explique los criterios de distribución de inmigrantes» y aclare «a qué se debe» la descompensación con Cataluña. La responsable de Inmigración de la Delegación del Gobierno, Lola Jara, respondió que «los vuelos han disminuido» y que los datos de 2004 son en gran parte herencia del PP, porque el cambio de gobierno no se realizó hasta mayo de ese año. Además, se preguntó «por qué el Gobierno regional no protestó en 2003, cuando gobernaba el PP y llegaron 1.364 inmigrantes, y lo hace ahora, cuando llegan menos y además hay 11 millones de euros para políticas de integración y acogida».