De residencia universitaria a campamento de verano en Pontevedra para niños refugiados ucranianos
Hasta el 18 de agosto, la residencia de estudiantes de Afundación acogerá a niños de 4 a 19 años acogidos en Galicia tras la invasión de Rusia
La Voz de Galicia, , 29-06-2022Galicia está muy cerca de la cultura ucraniana. La naturaleza es igual a la de Ucrania y la cultura es casi igual». La vida de Inna y de sus tres hijos de 4, 12 y 16 años dio un giró de 180 grados cuando Rusia invadió su país y tuvieron que ser acogidos por una familia de San Pedro de Nós, en Oleiros, a la que están inmensamente agradecidos: «Estamos en condiciones muy buenas (…). Los tres niños están muy alegres», añade, al tiempo que reconoce que se han adaptado a su nueva situación. No obstante, desconoce cuál puede ser su futuro porque «esperamos cada día el fin de la guerra, pero ayer —por el lunes— Kremenchuk fue bombardeada y hay mucha gente que sufrió. No tenemos planes».
Historias similares a la de esta ucraniana se escuchan desde el lunes en la residencia de estudiantes que Afundación tiene en Pontevedra reconvertida durante la temporada estival en campamento de verano para niños refugiados ucranianos con edades comprendidas entre los 4 y los 19 años. Hasta el 18 de agosto se establecerán cuatro turnos de diez días en una iniciativa que también está abierta a la participación de sus madres y de los niños de las familias de acogida.
Carlota Sánchez-Montaña Puga, coordinadora adjunta del área de educación de Afundación, explicó que el campamento, que se suma a otras actuaciones de carácter solidario, tiene un carácter lúdico, pero también cultural. Y todo ello con la vista puesta en que los niños refugiados «tuviesen la oportunidad de disfrutar de un verano en Pontevedra», así como «ofrecer un respiro a las familias a las que se ha alargado todo el proceso de acogida».
Así, además de realizar visitas a lugares emblemáticos de la comunidad o talleres vinculados con el Camino de Santiago, los participantes podrán conocer ciudades como Vigo o darse, por primera vez en su vida, un chapuzón en el mar. De este modo, podrán «conectar más con la cultura gallega y salir un poco de los entornos a los que ellos han llegado», añadió Carlota Sánchez-Montaña.
Por su parte, Natalia Afónina Afónina, presidenta de AGA-Ucraína, contrapuso el dolor que supuso la invasión de Rusia para las familias desplazadas con la solidaridad que han recibido en Galicia. «En un primer momento no teníamos nada, ni almacén, ni transporte, ni estos campamentos (…) y ahora podemos decir que hemos enviado mucha ayuda humanitaria, diecinueve camiones, cuatro de ellos pagados por Afundación, y tenemos una nave estupenda de mil metros cuadrados», apuntó, así como destacó que estos campamentos permitirán que los niños «tengan un verano normal, que puedan disfrutar del tiempo, del mar…».
Entre estos niños, Diana, de 14 años, quien se encuentra acogida en Monforte y no dudó en destacar la gastronomía, así como la felicidad que siente al poder jugar, mientras que Lida, de 12 años y desplazada en San Pedro de Nós, reconoció que anhelaba el momento de ir a un aquapark. Por su parte, Vlad, de 10 años y acogido por una familia de Monforte, confesó que su mayor ilusión «es comer, la playa y estar con mi mamá».
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