Nueva tragedia humana en Estados Unidos. Al menos 46 personas han fallecido y otras 16, incluidos cuatro niños, han resultado heridas en el interior del remolque de un camión aparcado en las afueras de San Antonio, en la frontera de Texas (EE.UU.) con México. Así lo han confirmado este lunes las autoridades estadounidenses, que todavía están investigando la causa de la muerte. Según han informado medios locales, podrían haberse asfixiado debido a la falta de oxígeno y a las altas temperaturas.

Aunque no especificaron las nacionalidades de las víctimas ni el número de menores que viajaban en total en el vehículo, el alcalde de San Antonio, Ron Nirenberg, detalló que se trataba de migrantes que habían cruzado la frontera entre México y EE.UU. hacinados en el camión. El sur de Texas ha sido durante mucho tiempo la zona más concurrida en cuanto a cruces fronterizos clandestinos se refiere. Es habitual que en el lugar donde se encontró el remolque, en los alrededores de San Antonio, la primera gran ciudad tras cruzar desde México, paren vehículos para bajar a migrantes.

El camión fue localizado por un trabajador municipal que fue alertado de la situación por un grito de socorro procedente del interior del camión aparcado en una carretera secundaria poco antes de las seis de la tarde (hora local) del lunes, según informó el jefe del Departamento de Policía de San Antonio, William McManus. Cuando llegaron los agentes encontraron un cuerpo en el suelo fuera del tráiler y la puerta semiabierta. Horas más tarde, los cadáveres yacían en el suelo, cubiertos con una lona roja como símbolo del horror.

De momento, las autoridades no han determinado la causa de la muerte, pero los termómetros en San Antonio alcanzaron los 40ºC este lunes, lo que pudo ser un factor determinante en el fallecimiento de los inmigrantes. Las 16 personas que fueron hospitalizadas estaban calientes al tacto y deshidratas (no se encontró agua en el tráiler), informó el jefe de bomberos Charles Hood. “Sufrían de insolación y agotamiento”, añadió Hood.

“Era un camión con remolque refrigerado, pero no había una unidad de aire acondicionado visible en funcionamiento”, explicó Hood. Las autoridades no saben el tiempo que pasaron los muertos en el interior del camión, que fue abandonado por su conductor minutos antes de que la policía lo encontrara.

“Es una tragedia. Son 46 personas que tenían familias y buscaban una mejor vida”, dijo Nirenberg en una rueda de prensa en la que también añadió que el crimen está siendo investigado por las autoridades federales. El alcalde vinculó el suceso a las redes de tráfico humano que operan en la frontera y añadió que espera que los “responsables de poner a estas personas en condiciones infrahumanas sean condenados”. De momento, tres personas vinculadas con el suceso han sido detenidas, pero no estaba claro si realmente estaban vinculadas con la trata de personas, según confirmó McManus.

Por el momento, el consulado de México en San Antonio informó de que brindará apoyo a todos los “connacionales mexicanos en caso de haberlos”. También se refirió al suceso el canciller mexicano, Marcelo Ebrard. “Tragedia en Texas. Asfixiados en la caja del tráiler según se informa. Cónsul en ruta al punto. Condolencias a las víctimas y sus familias. Aún no conocemos nacionalidades”, avanzó.

Se trata de una de las tragedias más mortíferas relacionadas con el tráfico de personas a través de la frontera de México con Estados Unidos en las últimas décadas. Diez personas murieron el 2017 tras quedar atrapadas en el interior de un camión estacionado en un Walmart de San Antonio. En 2003, 19 migrantes fueron encontrados en un camión asfixiante en el sureste de la misma localidad.

Con la frontera tan cerrada como lo está hoy para los migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, las personas han sido empujadas a rutas cada vez más peligrosas
Aaron Reichlin-Melnick
Director de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración
Algunos defensores de migrantes establecieron un vínculo entre el suceso y las políticas fronterizas de la administración Biden. Aaron Reichlin-Melnick, director de políticas del Consejo Estadounidense de Inmigración, escribió que había estado temiendo tal tragedia durante meses. “Con la frontera tan cerrada como lo está hoy para los migrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador, las personas han sido empujadas a rutas cada vez más peligrosas. El contrabando de camiones es un camino hacia eso”, escribió en Twitter.