esde el estallido de la guerra de Ucrania, más de 134.000 refugiados han llegado a España según datos oficiales del Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones. Y ahora, con el Día Mundial del Refugiado marcado el 20 de junio en el calendario, es buen momento para recordar la experiencia de Banco Santander con estas personas. Durante estos tres meses desde el estallido de la guerra, unas 200 personas — entre niños y adultos, especialmente mujeres — procedentes de Ucrania han sido acogidas en la Residencia El Solaruco, situada en las instalaciones de la Ciudad Financiera del Santander, que asumió todos los gastos derivados de dicha acogida, más de un millón de euros. Este lugar se convirtió durante un tiempo en su casa y han podido compartir vivencias intensas con personas voluntarias, empleadas y profesionales de Banco Santander en colaboración con otras instituciones y ONG como CEAR o Fundación Aladina.
Los menores han podido acudir a la Escuela Infantil que el Santander dispone para todos sus empleados, mientras que los más mayores han seguido sus clases en Ucrania a través de internet. Cabe destacar también que entre este grupo de personas refugiadas estaban 25 niños enfermos de cáncer y otras patologías que han sido trasladados a nuestro país para que pudiesen reanudar los tratamientos oncológicos que tuvieron que paralizar por la guerra. En concreto, han sido derivados a los hospitales del Niño Jesús, 12 de Octubre, Gregorio Marañón y La Paz.
Escuela Infantil de la Ciudad Financiera Grupo SantanderEscuela Infantil de la Ciudad Financiera Grupo SantanderSERGIO GONZÁLEZ “Desde un primer momento, Banco Santander se ha volcado con el pueblo ucraniano. Por aquí han pasado más de 200 refugiados. Hemos estado acompañados por la ONG CEAR, que nos ha ayudado a atender a todas estas personas. Hemos atendido, especialmente, a 25 niños pacientes oncológicos y por aquí han pasado también más de 100 voluntarios de Banco Santander para ayudarnos a organizar distintas actividades: clases de español, yoga, bailes para niños…”, explica Belén Sánchez, directora de Servicios Generales de la Ciudad Financiera del Grupo Santander. Voluntariado esencial y aprendizaje de español Toda esta iniciativa humanitaria no sería posible sin la colaboración de los cerca de 300 voluntarios de Banco Santander, que han compartido cerca de 750 horas de su tiempo con las familias refugiadas. Uno de los aspectos más difíciles ha sido, como explica la voluntaria Inés Ruiz, la barrera idiomática, aunque la han sorteado con éxito: “Es complicado dar clase a personas que no entendemos y que no nos entienden, y es impresionante la facilidad, en un mes y pico, que han cogido con el idioma, lo que se ayudan entre unos alumnos y otros cuando uno coge la idea… Es muy gratificante”.
La voluntaria de Santander, Inés Ruíz de la Cuesta, impartiendo clases de españolLa voluntaria de Santander, Inés Ruíz de la Cuesta, impartiendo clases de españolSERGIO GONZÁLEZ Las clases de español a los refugiados se han llevado a cabo a través de una actividad que consiste en construir más de 1.000 fichas que facilitan el aprendizaje de la lengua.. Este material, construido en la Cruz Roja de El Plantío-Aravaca (Madrid), se utilizará a partir de ahora en las clases que esta institución imparte en sus nueve centros de la Comunidad de Madrid. Ahora, tras tres meses alojadas en El Solaruco, para todas estas personas refugiadas comienza ahora una nueva etapa: algunas volverán a su país y la mayoría de ellas se quedarán en Madrid en pisos de acogida o con familiares. “Mi futuro ahora es algo incierto, pero trato de afrontarlo con optimismo y creo que todo va a salir bien. Me gustaría volver a una Ucrania pacificada, sin lugar a dudas, y retomar el contacto con mis familiares, mi marido, mis amigos… Pero mientras siga en España, trataré de ser feliz”, explica Anastasiia, una de las refugiadas que se ha alojado en El Solaruco junto a su sobrino pequeño.
Los refugiados más pequeños han acudido a diario a la Escuela Infantil de la Ciudad Financiera Grupo SantanderLos refugiados más pequeños han acudido a diario a la Escuela Infantil de la Ciudad Financiera Grupo SantanderSERGIO GONZÁLEZ En este nuevo camino Banco Santander “ayudará en todo lo que podamos” y tratará de ayudarles a encontrar empleo. En este sentido, la plataforma digital «Empresas por Ucrania» de la Fundación CEOE centraliza ofertas de formación y empleo preferentemente para personas procedentes de Ucrania, como paso previo a su integración efectiva en España. Banco Santander ha puesto a disposición de este proyecto la experiencia acumulada por parte de Universia como plataforma de orientación y empleo. La iniciativa de ayuda al pueblo ucraniano por parte del Santander se enmarca dentro del programa “Santander Ayuda Ucrania”, una edición especial de este destacado programa de Fundación Banco Santander. En esta ocasión, está dirigida a ofrecer apoyo a diferentes ONG para el desarrollo de proyectos de atención a la infancia y la adolescencia ucraniana refugiada en España. En total, se han destinado 250.000 euros a 11 organizaciones de pequeña y mediana envergadura que están trabajando con este colectivo — especialmente con niños y adolescentes — y que cuentan con menos recursos e infraestructura.
Belén Sánchez, directora de Servicios Generales de la Ciudad Financiera Grupo Santander; Anastasiia Hrynzovska, refugiada ucraniana; Paco Garrido, coordinador de CEAR Madrid; e Inés Ruiz de la Cuesta, voluntaria de Banco SantanderBelén Sánchez, directora de Servicios Generales de la Ciudad Financiera Grupo Santander; Anastasiia Hrynzovska, refugiada ucraniana; Paco Garrido, coordinador de CEAR Madrid; e Inés Ruiz de la Cuesta, voluntaria de Banco SantanderSERGIO GONZÁLEZ Otras medidas de ayuda a las personas refugiadas Banco Santander realizó una donación inicial de un millón de euros para Cruz Roja y ACNUR, la agencia de la ONU para los refugiados. La entidad continuó igualando las donaciones adicionales de sus empleados en los distintos países. En un corto espacio de tiempo, las donaciones entre clientes y empleados de la entidad superó los 10 millones de euros. Además, desde el inicio de la guerra de Ucrania, Santander ha puesto en marcha medidas como eliminar las comisiones a las transferencias permitidas de países europeos a Ucrania, suspender comisiones de cuentas y tarjetas para clientes ucranianos en Polonia, poner a disposición cajeros y el acceso permanente de dinero en efectivo en las sucursales.