La madre del bebé que murió el martes tras no superar su viaje en patera hasta Fuerteventura dio a luz con la ayuda de otras inmigrantes hace dos semanas y media en el desierto del Sahara y se recupera aún del parto en la isla con la preocupación de tener que comunicar al padre del niño, que está en Marruecos, su muerte.

Esta mujer, natural de Níger, país con el que España no ha suscrito convenios de repatriación, se recupera en un centro de acogida de Cruz Roja Española del shock emocional que le ha causado la pérdida de su bebé y también de las hemorragias que aun padece como consecuencia de su reciente parto, explicó ayer a Efe el presidente de la ONG en Fuerteventura, Gerardo Mesa.

El bebé falleció tras una parada cardiorrespiratoria que pudo causarle un cuadro de hipotermia. Después de dormir toda la noche con ayuda de la sedación que le dieron en el hospital, la madre recuerda que su hijo no quería comer durante el viaje en patera, en el que no paraba de llorar hasta que, en un momento dado, dejó de hacerlo.