Todo por la praxis es un colectivo artístico fundado hace más de 20 años cuyo eje es el activismo ciudadano en espacios públicos y comunes. Los artífices de esta idea son Jo Muñoz, investigadora y educadora venezolana, y Diego Peris, arquitecto y artista madrileño.

En noviembre de 2021, el programa Art for Change de Fundación “laCaixa” aprobó una subvención a la comunidad de Todo por la praxis que les permitía poner en marcha el programa Olla parlante, cuchara común, una iniciativa que, a través de diversas propuestas innovadoras, pretendía llevar a cabo un conjunto de talleres que facilitaran la expresión creativa de diversos refugiados. El lugar elegido para ello fue el Centro de Acogida Juan José Rodríguez Ugarte (CEAR) de Getafe.

El pasado 24 de mayo finalizó primero de los cinco ciclos de Olla parlante, cuchara común, basado en la preparación de platos típicos del país de cada miembro del programa.

“Queremos generar comunidad, que cojan confianza”, explicó Jo. Las siguientes fases serán prácticas de narrativa, diseño gráfico, interacción en el espacio público y la publicación del proyecto.

Desde la una y media de la tarde, en el CEAR de Getafe, se reunieron, durante seis semanas, un grupo de refugiados de diversos países para cocinar. Ese día tocaba preparar un plato típico de la región de Liliane, oriunda de Camerún: espinacas salteadas, acompañadas, entre otros ingredientes, de yuca y piñones. Durante las semanas previas sus compañeros propusieron los guisos típicos de sus lugares de origen. Además de Lili, el grupo lo componen Bryan, Lisbeth, Consuelo, Humberto y Lionel.

Se respiraba un clima amable, familiar, de camaradería. Era el último almuerzo que organizaban antes de pasar a la siguiente fase del programa. En torno a la elaboración de las recetas se generaron anécdotas y vivencias que rememoraban con alegría, entre bromas.

Mientras se hacía la comida, en la cocina, los seis amigos contaron su historia. En general, todos destacaban lo bien acogidos que se sienten en Madrid, y en particular en el CEAR de Getafe para participar en este plan original de Todo por la praxis, donde residen además unas 120 personas.

El profesor del curso de relato, el siguiente ciclo, Fidel, que se encontraba allí también, contó que a través de la escritura se pretende “poner cara a su experiencia de refugiados, poner en valor la diversidad”. El jolgorio iba en aumento. La comida estaba casi lista y mientras tanto abrieron una bolsa de patatas fritas para calmar el hambre.

Pasadas las tres, en el jardín del centro, pusieron la mesa y comieron las espinacas salteadas, que a pesar de la cantidad abundante, desaparecieron. Durante la conversación, salieron a flote recuerdos de las vivencias de cada uno de ellos antes de llegar a España. Tenían ganas de comenzar con la siguiente experiencia de Olla parlante, cuchara común y tras la comida se despidieron, expectantes con el próximo encuentro.