La temporada termina para el Deportivo femenino, pero no los escándalos. Una vez conseguida una sufrida permanencia en la segunda categoría, y en su rueda de prensa de despedida del banquillo, Miguel Llorente ha reconocido que se ha presentado una nueva denuncia contra él en el canal ético del club, la segunda que recibe, por una presunta actitud racista con la jugadora Charity Adule. «Es una jugadora que en el partido contra el Pradejón, que ganamos 3-1, a falta de cinco minutos no quiere salir a jugar, esa semana hay una tarea sin balón en la que no quiere participar, y la semana siguiente se queda desconvocada. Todo el mundo que se dedica a esto es normal. A raíz de ahí creo que se activa esa denuncia. Estoy tranquilo. No es racismo ni nada similar, es fútbol», explicó. El técnico ya había sido investigado por el club por presunto acoso laboral, motivo por el que fue aportado preventivamente un par de semanas y readmitido posteriormente sin sanción.

El ya exentrenador del Deportivo Abanca reconoció que tanto el club como él determinaron no continuar su relación contractual tras una temporada de «mucho desgaste», en la que el equipo, que partía con el objetivo del ascenso a Primera Iberdrola, tuvo que jugar las eliminatorias por el descenso. «Ha sido una etapa corta pero muy intensa. Me siento aliviado y agradecido al club, a la afición, sobre todo por la última tarde-noche que nos dio en Riazor», dijo en alusión al partido del pasado martes con el Real Unión de Tenerife, en el que las deportivistas sellaron su continuidad en la categoría de plata.

Llorente afirmó que de su año en el Deportivo extrae «un aprendizaje» que a él le «servirá en el futuro» y también a sus jugadoras, después de una temporada con dos caras, una primera con números muy buenos y una segunda con malos registros. «Tengo parte de responsabilidad, no diría tanto de culpa, pero sí responsabilidad», precisó el técnico madrileño.

El martes, tras medirse al conjunto tinerfeño, aseguró que su idea era seguir en el Deportivo Abanca, pero al día siguiente se reunió con el máximo responsable ejecutivo del club, David Villasuso, y acordaron la desvinculación. «Principalmente, y estoy de acuerdo con él, porque ha sido una temporada de mucho desgaste, muy dura y lo mejor era no continuar», confesó.

El entrenador destacó que «el afán de competición y supervivencia» fue lo que consiguió que él y el equipo siguieran «tirando» hasta el final. «Ayer (cuando se confirmó su despedida) fue un día convulso e intenso, pero hoy siento alivio y relajación de haber terminado», comentó.