El alcalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, ha trasladado este lunes el compromiso de la ciudad con quienes «sufren la barbarie de la guerra en Ucrania» a las personas refugiadas que se encuentran en el Albergue Lazarillo de Tormes. «Vamos a estar a vuestro lado en todo momento y con todo lo que necesitéis», ha prometido el regidor a los 64 ucranianos que residen en este centro municipal, así como a los 16 alojados en Proyecto Hombre-Fundación Alcándara. «Salamanca es una ciudad acogedora que se vuelca con quien necesita su apoyo», ha añadido.

El alcalde, acompañado por la concejala de Familia e Igualdad de Oportunidades, Ana Suárez, se ha interesado por la situación de las personas refugiadas, a quienes ya visitó a finales del mes de marzo cuando llegaron a Salamanca para «huir del horror de la guerra en su país».

Aprovechando esta visita, la comunidad ucraniana del Albergue Lazarillo organizó diversas actividades en las que mostraron su identidad cultural, artística o deportiva.

Así, el pequeño Taras Polishchuk ha interpretado dos canciones, ‘Un cosaco conducía a través del Danubio’ y ‘Noche de luna’, con las que mostró su talento como intérprete y guitarrista. Por su parte, la poetisa Nataliia Polishchuk recitó dos de sus obras, ‘Flores de Luvia’ y ‘Torero’, un texto simbólico porque supuso la primera poesía que escribió en el Albergue Lazarillo de Tormes. Otra de las artistas de la comunidad ucraniana en Salamanca, la pintora Anzhela Melnykova, expuso y explicó el significado de tres de sus obras ‘Flores’, ‘Cerezas’ y ‘Paraíso español’.

Salamanca acoge desde finales de marzo a 73 ucranianos en el albergue Juvenil Lazarillo de Tormes, 24 niños y 49 adultos, aunque en la actualidad son 64, 28 niños y 36 adultos, junto a otros 16 refugiados alojados en Proyecto Hombre-Fundación Alcándara. El Ayuntamiento de Salamanca les ha proporcionado desde su llegada asistencia psicológica, manutención y lavandería en esta instalación municipal, en la que se ha habilitado una ludoteca para que los más pequeños puedan disfrutar de momentos de ocio, mientras que los adultos reciben clases de español gracias al convenio suscrito con la Universidad Pontificia de Salamanca. Además, los niños se encuentran desde hace semanas en el sistema educativo.