Zapatero pide frenar a los 'sin papeles' para identificar inmigración con desarrollo

El presidente de México exige en la cumbre de Madrid que los gobiernos dejen de tratar a los clandestinos como a delincuentes

El Correo, 19-07-2006

El presidente del Gobierno destacó ayer el «desarrollo y el progreso» que han aportado a España el millón de inmigrantes legales latinoamericanos, pero advirtió a los países de Iberoamérica de que estos flujos pasan «inexcusablemente por la legalidad». José Luis Rodríguez Zapatero y el presidente mexicano, Vicente Fox, inauguraron en Madrid el primer Encuentro Iberoamericano sobre Migraciones y Desarrollo.

Para Zapatero, cualquier «proyecto global» pasa por la «lucha contra la inmigración ilegal, que debe iniciarse en los países de origen, porque la primera víctima es el inmigrante que se ve condenado a la marginalidad». Así, situó la «persecución del trabajo irregular» como uno de los ejes de su Gobierno en materia de extranjería, ya que la clandestinidad «conduce a la explotación de los seres humanos».

El líder socialista señaló que sólo con la regulación de los flujos se logrará la «igualdad» entre los recién llegados y los ciudadanos de origen, y añadió que deben aumentar las «prestaciones» para incorporar a los extranjeros al sistema social sin recortar los servicios de quienes ya los reciben. Asimismo, pidió que los gobiernos pongan en marcha «fórmulas innovadoras» para atajar los flujos clandestinos y propuso instrumentos como los visados de búsqueda de empleo o la potenciación de la inmigración «especialmente cualificada».

«No levanten muros»

Las preocupaciones de Zapatero hallaron eco en el presidente mexicano, Vicente Fox, para quien «no se trata de construir muros o perseguir a los inmigrantes como a delincuentes». Fox apeló a la unidad a ambos lados del Atlántico para hacer de Iberoamérica un referente en el tratamiento de la inmigración y reclamó un nuevo enfoque de las políticas de extranjería que salga «en defensa del respeto y la dignidad de las personas», más allá de la habitual perspectiva económica de los países de destino.

«Los que migran hoy son muchos de los que recibieron a los migrantes de ayer», recordó Fox en alusión a los miles de refugiados republicanos que acogió México tras la Guerra Civil.

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