Euskadi pide al Gobierno que no derive a otras autonomías a ucranianos asentados
El Ejecutivo de Urkullu critica que algunas familias refugiadas han sido reubicadas a pesar de haber recursos libres en la CAV. Inclusión alega que «el sistema es integral»
Diario Vasco, , 24-05-2022Los gobiernos central y vasco han chocado a la hora de gestionar el reparto de los refugiados ucranianos que han llegado a Euskadi desde que estalló la guerra. El Ejecutivo de Iñigo Urkullu mostró desde el primer momento su disposición a colaborar con el Gobierno central, competente en la materia de migraciones, para coordinar la integración de los refugiados a través del Sistema Estatal de Acogida, pero ayer alzó la voz al comprobar que algunas familias que empezaban a integrarse en Euskadi han sido derivadas a otras comunidades autónomas por parte del organismo dependiente del Ministerio de Inclusión y Migraciones que dirige José Luis Escrivá. Unas «discrepancias» que, por el momento, mantienen «bloqueado» el paso a la fase 2 de la acogida, la que debe encontrar un recurso habitacional más estable para los cientos de refugiados que han llegado a Euskadi.
La consejera vasca de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, Beatriz Artolazabal, cifró ayer en «alrededor de 2.400 o 2.500» las personas refugiadas ucranianas que estarían en disposición de «iniciar un proyecto de vida» en Euskadi si las instituciones les proporcionaran las herramientas necesarias para ello. Explicó también que hace dos semanas se reunió con el ministro Escrivá en Donostia para tratar de mejorar la coordinación entre los gobiernos central y vasco, aunque persisten «discrepancias» que tienen paralizado el paso a la fase 2 de acogida. Artolazabal desveló que ha trasladado una «propuesta por escrito» al ministro para «buscar una alternativa» a la situación actual y reconducir las diferencias.
«No tiene sentido que, si hay personas que ya han iniciado un camino vital en Euskadi y están integradas, no se les permita continuar con ese itinerario» y se les traslade a otras autonomías, defendió la consejera. Fuentes del Ministerio de Inclusión, por su parte, niegan que exista un desencuentro entre ambas instituciones y señalan que «el sistema nacional de acogida e integración funciona de esa forma desde hace años y tiene una visión integral», aunque recalcan que siempre se trata de atender a los deseos de los solicitantes de asilo.
LAS CIFRAS
2.500 personas refugiadas ucranianas calcula el Gobierno Vasco que «ya han iniciado un proyecto de vida» en Euskadi.
581 ucranianos ocupan una plaza en Euskadi en el servicio de primera acogida dentro del sistema estatal.
2.832 ucranianos han solicitado la protección internacional temporal en Euskadi desde que estalló la guerra.
724 menores ucranianos han sido escolarizados en centros educativos vascos. 400 adultos se han matriculado en cursos.
A juicio del Gobierno Vasco, se debería «priorizar» el «arraigo» de las personas que ya han comenzado una nueva vida en Euskadi para buscarles un piso de acogida en la Comunidad Autónoma Vasca, en vez de enviarlas a otras autonomías, como pasó la semana pasada con una familia que estaba acogida en Euskadi y fue reubicada en Palencia.
El origen de la disputa es que el Sistema Estatal de Acogida tiene un «carácter integral» que lleva al Ministerio de Inclusión a decidir los posibles destinos de los refugiados observando la red en su conjunto, sin dar especial importancia al lugar en el que una persona ha pedido el asilo. Mientras que el Gobierno Vasco entiende que, si las instituciones vascas han ofrecido cientos de pisos para reforzar dicho sistema –los 40 iniciales del Departamento de Igualdad más los 637 que ofreció Eudel–, sería lógico que los solicitantes de protección temporal en Euskadi tengan «prioridad» para ocupar esos recursos. «Sobre todo, cuando en los últimos meses han generado cierto arraigo aquí y ya han realizado trámites como empadronarse en un municipio vasco, solicitar la tarjeta de Osakide-tza o han escolarizado a sus hijos en colegios vascos», apuntan desde el Departamento de Igualdad.
La consejera Artolazabal dejó claro que Euskadi no tiene ningún inconveniente en acoger a personas que hayan solicitado asilo en otras comunidades autónomas –«hemos sido solidarios y leales y lo seguiremos siendo», aseguró–, pero recalcó que sería conveniente que el Gobierno central abriera la mano a que los refugiados que quieren permanecer en Euskadi y así lo trasladan puedan hacerlo. Este jueves está prevista una reunión de la mesa interinstitucional en la que participan ambos ejecutivos y la consejera confió en que se llegue a una entente «que sea beneficiosa para los afectados, que es lo realmente importante».
Perfil de cada solicitante
Fuentes del Gobierno Vasco señalaron a este periódico que, en los últimos días, varias familias que se habían instalado en Euskadi tras huir de la guerra han sido derivadas a recursos de otras comunidades autónomas. «Ha habido personas que se han visto obligadas a irse», critican, «cuando en Euskadi hay pisos libres que se les podían haber asignado».
La visión del Ministerio de Inclusión es diferente. Fuentes autorizadas del departamento de Escrivá recalcan que el Sistema Estatal de Acogida «funciona así». «Cuando se atiende a una familia que ha solicitado la protección temporal en España, se elabora un perfil para buscarle el mejor recurso posible», explican. «Hay que tener en cuenta que el sistema es integral y solidario», por lo que a la hora de realizar el reparto de recursos habitacionales no siempre es decisivo dónde se ha pedido la protección. «Hay personas que llegan a Madrid, Barcelona o Euskadi no porque quieran quedarse a vivir allí», apuntan. En el caso concreto de la familia ucraniana que fue reubicada en Palencia, desde el ministerio aseguran que «están encantados con su nuevo destino».
Asociaciones denuncian que «están obligando a familias a marcharse»
Diversas asociaciones que están ayudando a los refugiados ucranianos a rehacer su vida en Euskadi –que en muchos casos son muy críticas con la respuesta institucional que se está dando a esta crisis migratoria– coincidieron ayer en denunciar que «están obligando a familias a marcharse de su nuevo hogar porque las reubican en otra comunidad autónoma». Valentina, representante de la Asociación Ucrania-Euskadi en Gipuzkoa, asegura que esta tendencia está generando «gran preocupación» en los chats que comparten muchos de los refugiados que han llegado a Euskadi en los últimos meses. «Mañana mismo, a una familia que se había asentado aquí la mandarán a Pamplona», relata.
Andrea, que participa de una iniciativa solidaria que ha conseguido traer a cientos de refugiados desde la frontera de Ucrania hasta Irun, es aún más crítica y asegura que «a ninguna de esas personas se le ha ofrecido todavía ningún piso por parte de las instituciones, por mucho que se dijo de que había cientos de propuestas de ciudadanos. Toda la ayuda que reciben es de particulares».
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