MADRID.-Las autoridades de Malta repatriarán a sus países de origen a los inmigrantes rescatados por el pesquero español Francisco y Catalina cuyas nacionalidades sean determinadas por la Policía española, según informó ayer un portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores.

Un inspector de la Policía Nacional y un intérprete llegaron a primera hora de la tarde al pesquero para proceder a las identificaciones de los 51 subsaharianos que permanecen a bordo del barco español desde el pasado viernes. Ambos estaban acompañados por un miembro de la embajada de España y por un médico maltés.

Una vez que se determine la nacionalidad de los inmigrantes, estos podrían ser desembarcados en Malta y serían repatriados desde allí a sus países de origen, según informa Efe.

Las autoridades maltesas se negaron a acoger desde un principio al grupo de subsaharianos, rescatados de una patera por el pesquero español, al entender que el barco los recogió cuando se encontraba faenando en aguas de salvamento de Libia y que, por tanto, correspondía a las autoridades de Trípoli encargarse de ellos.

El Gobierno español realizó entonces gestiones para intentar que Malta acogiera a los inmigrantes antes de proceder a su identificación y eventual repatriación, «sobre la base jurídica de dos convenios de organización marítima» que datan de 1986 y han sido ratificados tanto por España como por Malta.

Los convenios contienen una serie de enmiendas que entraron en vigor el pasado 1 de julio, según las cuales los buques están obligados a prestar asistencia a las personas, independientemente de su nacionalidad, y se exige a los Estados que cooperen para facilitar su entrega «en un lugar seguro».

España, finalmente, negoció con Malta y con la Comisión Europea la posibilidad de que la identificación se produjese a bordo del barco y que, posteriormente, el grupo fuera devuelto a su país de origen.

El pesquero se mantenía ayer anclado a unas 16 millas de la costa maltesa. La situación en su interior era ya insostenible porque en apenas 25 metros cuadrados se hacinan 51 personas.

Dos mujeres del grupo presentaban además fiebre alta y una tercera, embarazada, requerían de atención médica. Ayer, las autoridades maltesas ofrecieron la posibilidad de desembarcar a la mujer que presentaba el estado de salud más preocupante, así como a otra de ellas que se encuentra acompañada de su hijo menor de edad.

Aunque en principio ambas rechazaron la oferta, si el resto de los inmigrantes no era llevado también a tierra, finalmente las dos mujeres y el niño pequeño fueron evacuados en un helicóptero e ingresaron en un hospital de La Valeta.