El presidente de la Ciudad, Juan José Imbroda, aseguró ayer que la decisión del Gobierno central de revestir la sirga para dotarla de mayor seguridad no sólo da la razón a quienes ponían en duda su efectividad, como es el caso del Partido Popular y la mayoría de las oenegés, sino que también demuestra la capacidad de improvisación de los socialistas.

Según Imbroda, los acontecimientos «están hablando por sí solos» y dejando en evidencia que el Gobierno del Partido Socialista no tiene «criterios definidos» tampoco en materia de inmigración.

También se pronunció el presidente sobre el proyecto del campo de golf, y lo hizo para denunciar los obstáculos a los que debe hacer frente la Ciudad Autónoma para ejecutar una actuación diseñada desde hace más de un año y medio y de la que tenía constancia la Administración General del Estado. A pesar de todo, y según Imbroda, el Gobierno socialista ha decidido ahora que quiere actuar en parte de esos terrenos.

Los hechos, en palabras de Imbroda, demuestran que la Ciudad está encontrando todo tipo de trabas en esa obra, que ya pararon una vez y en la que cada día aparecen nuevos problemas. En cualquier caso, el presidente está «muy descontento y totalmente insatisfecho» con la actitud del Gobierno central.

Nada nuevo

Por último, Imbroda recordó a los socialistas que todo lo que la Ciudad está llevando a cabo, a través de convenios con la Administración central, se proyectó en tiempos del Partido Popular. Es el caso de las obras de rehabilitación de la Carretera de Farhana a cuya inauguración, según Imbroda, habría que invitar al ministro que aprobó el proyecto, Francisco Álvarez Cascos.