Es del todo improbable que se convierta en una tendencia, porque siguen llegando migrantes a Canarias, que es la principal puerta de entrada a Europa para los subsaharianos que terminan pasando por Irun. Pero lo cierto es que el pasado mes de abril cayeron a la mitad el número de africanos que se planta en Gipuzkoa con la esperanza de cruzar a Iparralde y seguir su camino hacia el norte. Así, mientras durante el primer trimestre de este año se detectó la llegada diaria de unas 30 personas venidas desde África, en abril este dato cayó a apenas 15, una cifra que incluso fue significativamente inferior en la segunda quincena del mes.

Los distintos organismos consultados no acertaron a encontrar un motivo concreto que explicara este descenso, que consideraron más puntual que un hecho que pueda consolidarse. Sin embargo, sí coincidieron en las hipótesis que han posido reducir el flujo migratorio tan drásticamente: el hecho de que el día 2 de abril comenzara el Ramadán, el mal tiempo, las condiciones meteorológicas y de corrientes marinas, el blindaje de Marruecos frente a la migración ilegal tras el acuerdo con el Gobierno de Pedro Sánchez… Tal vez aún sea prematuro para que este pacto tenga reflejo en Irun, pero varios organismos aseguraron en abril que Mauritania estaba absorbiendo ya una salida de pateras al restringir Marruecos sus puertos.

Fuentes de la dirección de Migración y Asilo del Gobierno Vasco tampoco ciñen este descenso de migrantes en Irun en el mes de abril a ninguna razón clara. «Es un hecho que se está dando, pero no tenemos los elementos suficientes para achacarlo a algo concreto». El tráfico en la muga suele oscilar «en función de distintas circunstancias», han señalado.

El caso es que «nunca habían llegado tan pocas personas a Irun como estas últimas semanas de abril», constata Josune Mendigutxia, una de las portavoces de Irungo Harrera Sarea. «Es verdad añade que el flujo suele ser cambiante, hay días que de repente llegan muchos y otros en los que lo hacen pocos, pero en el grupo ‘gautxori’ los voluntarios de esta red de apoyo que cada noche acuden a la estación de Irun a esperar la posible llegada de africanos en tren o autobús hemos tenido unas cuantas noches en las que no ha venido ninguno. Y eso sí que no es normal que suceda durante tantos días». Y más teniendo en cuenta que «habíamos tenido un invierno intenso, sobre todo en febrero». De un modo informal, también convienen con esta apreciación colectivos de Iparralde.

Noches sin nadie en la estación
De la experiencia acumulada por Irungo Harrera Sarea desde que se organizaron con las primeras señales del flujo migratorio en Irun durante el verano de 2018, Mendigutxia afirma que si cualquier mes «diariamente tenemos conocimiento de unas 20-25 llegadas, este abril hemos tenido muchos días con seis, siete, ocho…», al margen de esas noches de cero.

Esta impresión la apuntalan las cifras registradas en el recurso para migrantes en tránsito de Hilanderas, que gestiona Cruz Roja. La responsable de asilo y migración de esta organización en Euskadi, Nahia Díaz de Corcuera, habla de «una gran bajada» del número de atenciones y pernoctaciones en el último mes por abril, aunque todas las noches han tenido actividad. Fueron atendidos 433 migrantes no todos acaban pernoctando, lo que supone una media de 15,4 al día. Es la mitad del trimestre anterior, en el que se computó un promedio de 29,22 africanos: 816 en enero (26,3/día), 874 en febrero (31,2) y 906 en marzo (29,2), mes en el que se tuvo a recurrir al plan de contingencia al completarse el centenar de plazas en Hilanderas.

Normalmente, el tráfico migratorio se reduce en el periodo invernal, en gran medida debido a la meteorología más adversa y el peor estado de la mar. Así ha sucedido siempre pero no este 2022. Como referencia, Díaz de Corcuera señala que «los dos meses más bajos en 2021 fueron abril (455) y enero (320)». Esto es, en el primer mes de este año, se dio un incremento del 155% respecto al mismo periodo de 2021, en plena tercera ola de covid. Los números alcanzados hasta este abril en Irun (3.030) apuntan a que se superará el récord anual de migrantes, con 8.115 en 2021 (22,2 al día). Se va camino de sobrepasar los 9.000.