«La tripulación está desesperada». Son palabras de José Durá, el patrón del pesquero español Francisco y Catalina que el viernes rescató 51 inmigrantes subsaharianos de una patera.

EFE/EUROPA PRESS.

Siguen esperando en aguas de Malta una solución para estas personas: 42 hombres, ocho mujeres dos de ellas embarazadas y una niña de dos años, ya que Malta se ha negado a acogerlos en su país.

Según Durá, el Gobierno español se está portando muy bien, de quien han recibido, el domingo por segunda vez, comida y agua. «Se ve que el fallo viene de Malta, un país pequeño y saturado de inmigrantes» añadió el patrón del pesquero .

Explicó que los inmigrantes duermen en cubierta y los 11 tripulantes permanecen despiertos por si necesitan algo. Durán añadió: «Creo que cumplimos con nuestro deber. ¿Qué podíamos hacer? ¿Dejar que se ahogaran?.»

Apoyo a los inmigrantes

Mientras tanto, las reacciones ante esta grotesca situación no han tardado en aparecer.

Para la Asociación de Titulados Naútico-Pesqueros (Aetinape), no se trata sólo de un problema legal, ya que según ellos, Malta podría ser condenada si no presta auxilio, sino de una cuestión humanitaria y de dignidad.

Alegando a estas cuestiones humanitarias, también Amnistía Internacional pidió una rectificación por parte de Malta para que el desembarco se realice lo antes posible.

Asimismo denunció esta situación la jefa de la asesoría jurídica del Ministerio de Asuntos Exteriores, Concepción Escobar, añadiendo que Malta y España, como miembros de la Organización Marítima Internacional, están obligados a que el desembarco se produzca de la forma más segura y breve, y que, por su cercanía es coherente que el desembarco se produzca en Malta.

Las horas transcurren y las conversaciones entre España, Malta y la Comisión Europea continúan. Por ahora las autoridades de Malta han aceptado que dos policías españoles se desplacen para identificar a los 51 inmigrantes.