«¿Debimos dejar que se ahogaran?»

Los pescadores que rescataron a los 51 inmigrantes que Malta se niega a admitir dicen estar desesperados. «Situaciones así llevan a no prestar auxilio», lamentan

El Correo, 18-07-2006

El patrón del pesquero que el pasado viernes rescató a 51 inmigrantes que se encontraban a la deriva sigue esperando en aguas de Malta una solución para estas personas. José Durá da ya por perdida la campaña después de cuatro días parados, pero cree que cumplió con su deber: «¿Qué debíamos hacer?, ¿dejar que se ahogaran?». Mientras la desesperación se va adueñando de la tripulación y el pasaje del ‘Francisco y Catalina’, el Ministerio de Asuntos Exteriores exprime la vía diplomática en un desesperado intento por hallar una salida a este nuevo drama humano. «El Gobierno español se está portando estupendamente; se ve que el fallo viene de Malta, un país pequeño y saturado de inmigrantes a los que no quiere nadie», lamenta el patrón.

Las autoridades de la isla han desatado la indignación de pescadores, gobiernos y ONG. La Asociación de Armadores de Andalucía advertía ayer de que reacciones como la de Malta pueden provocar «que no se preste auxilio en otra ocasión» a una patera que se encuentre en apuros. Su presidente, Pedro Maza, recordaba ayer que la obligación de salvar vidas en alta mar «está por encima de todo» y consideró «increíble» que una acción humanitaria desencadene un conflicto diplomático.

De la misma opinión era la Asociaciación de Armadores del Puerto de Carboneras (Almería) que contactó vía satélite con el patrón del ‘Francisco y Catalina’. «Estamos muy mosqueados – denunciaban – , porque el estado de ánimo de los 11 tripulantes y de los inmigrantes es de auténtico desánimo. Todo es muy inquietante». Desde el Ministerio Exteriores recordaban ayer que Malta «tiene la obligación de colaborar» en el desembarco de los ‘sin papeles’, «aunque la normativa no establece plazos».

Escenas dramáticas

Mientras la negociación sigue su curso, las escenas dramáticas se suceden a bordo. Los inmigrantes clandestinos, con quienes los españoles se entienden «un poco en italiano y un poco en inglés», están desperdigados por la cubierta, y aunque están bien atendidos, la tripulación está preocupada por el estado de las dos embarazadas, una de cinco meses y la otra de siete, y por una niña de 2 años. Aunque el domingo un helicóptero llevó hasta el pesquero un segundo avituallamiento de alimentos y agua, comen básicamente espaguetis y el patrón lamentó que en esa carga no se incluyera «ni un poco de leche para la niña». Cuando los españoles les encontraron llevaban dos días sin comer, y estaban a la deriva, a unas 100 millas de Malta.

Al menos, el Gobierno maltés aceptó finalmente ayer que dos policías españoles se desplacen al pesquero para identificar a los inmigrantes, según informó Marta Vilardel, embajadora española en la isla. Las identificaciones comenzarán, según indicó la diplomática, «el miércoles a primera hora de la mañana, aunque los policías llegarán mañana – por hoy – al mediodía». La labor de identificación de estos dos agentes – un inspector y un traductor – abre la posibilidad de repatriar a estas 51 personas a sus países de origen, ya que Malta «sigue negándose a recibirlos», recordó Vilardel.

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