La nariz rota al grito de ‘Moro de mierda, te mato’. Esta es la denuncia por una presunta agresión racista que interpuso el pasado 6 de marzo un joven marroquí contra los vigilantes de una discoteca de Valencia y que investiga el Juzgado de Instrucción número 14 de Valencia.

El joven acudió a la discoteca Mya, integrada en la Ciudad de las Artes y las Ciencias, e hizo cola para entrar pero, según su relato en la denuncia que ha hecho pública la ONG Valencia Acull, los vigilantes le indicaron que tenía que haber comprado su entrada por internet porque el aforo estaba completo.

En la misma puerta, un grupo de holandeses le ofrecieron entrar con ellos, facilitó su DNI y le pusieron una pulsera que acreditaba que habían pagado la entrada para la sesión de esa noche. Fue en la barra donde surgieron los problemas. Al pedir una consumición, un vigilante se le acercó, le increpó y le obligó a salir.

Según consta en su denuncia a la Policía, en la calle se vio rodeado de seis o siete vigilantes que comenzaron a agredirle con frases como “moro de mierda, te mato”. Además, le arrancaron “violentamente” la pulsera para entrar al local y le provocaron una fractura nasal por la que tuvo que ser atendido en un hospital, además de contusiones por todo el cuerpo, “pero especialmente en la cabeza y en la mandíbula”, asegura su abogado Juan Molpeceres.

Para el letrado, es un caso de “delito de lesiones con la agravante de discriminación por raza, que tiene responsabilidades penales hasta de prisión y un derecho a la indemnización por las lesiones”.

Desde València Acull han destacado la “valentía” del joven al denunciar la agresión porque “con su actitud no sólo intenta lograr justicia en su caso, sino también animar a otras víctimas a hacer lo mismo y, así, tratar de evitar que se repitan situaciones similares”.

Advierte asimismo de “la responsabilidad que tienen las empresas, por acción u omisión, en el comportamiento de sus empleados y empleadas”, y señala que “en internet se pueden encontrar numerosos comentarios de clientes y clientas de la discoteca denunciando actitudes racistas y machistas de los vigilantes”.

LA DISCOTECA LO NIEGA TODO
Tras la denuncia, la Policía está visionando las cámaras de seguridad del local para identificar a los presuntos autores de la agresión, que desde la discoteca niegan.

La dirección del local asegura que su personal de seguridad no está implicado ni en la paliza ni en las actitudes racistas y que las lesiones del joven pudieron producirse fuera del local y por motivos que desconocen.

Según la discoteca, el joven no pudo entrar porque no tenía la documentación en regla y se coló en el local, pero niega cualquier agresión y actitudes racistas.