Unos 1.700 ucranianos que han huido de las guerra han pedido protección temporal en Euskadi. Sigue el goteo constante de nuevas solicitudes, la mayoría en Gipuzkoa al ser el territorio que mayor población de origen ucraniano tiene. Las comisarías de la Policía Nacional en el País Vasco han atendido ya a cerca de dos millares de personas que han dejado Ucrania tras la invasión. No obstante, se estima que los recién llegados sean más debido a que la mayoría han viajado con particulares. Esta protección temporal garantiza a los desplazados autorización de residencia y de trabajo, así como apoyo financiero, recursos de acogida y acceso a la sanidad y la educación por un plazo mínimo de un año, ampliable a tres.

Además de la protección temporal puesta en marcha por el Gobierno central, el Gobierno Vasco va a lanzar una ayuda económica para las personas ucranianas que lleguen a Euskadi, pero no para las familias de acogida, aclaran desde el departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, tras el malentendido que hubo a comienzos de semana, cuando el portavoz del Ejecutivo autonómico, Bingen Zupiria, dijo que se iban a dar ayudas «para familias ucranianas y familias vascas que hayan acogido a personas procedentes de Ucrania y que, a convivencia con esas familias, sea consecuencia de las decisiones institucionales».

«Estoy contenta de estar a salvo, pero mi familia sigue en peligro»
Guerra en Ucrania
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MACARENA TEJADA
El Gobierno Vasco, a través del departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales, ha activado el fondo Isuri «para hacer frente a las consecuencias sociales derivadas de la guerra en Ucrania». Va a lanzar «de manera inmediata» dos tipos de ayudas: una para personas ucranianas y otra para la población vasca que está padeciendo los efectos de la guerra en forma de ERTE o paro, entre otras cosas. Las familias de acogida en ningún caso recibirán ningún tipo de prestación.

Abordaje terapéutico
El fondo Isuri tiene un valor de 15,1 millones de euros y sus medidas se pondrán en marcha a finales de mes, aproximadamente. Entre los cinco programas que conforman Isuri está ‘Azken sarea indartzen Ucrania’, que contempla la concesión de ayudas a las personas y familias refugiadas para la cobertura de sus necesidades básicas. Así, destacan los 3 millones de euros «para ayudar a las familias desplazadas que han llegado a Euskadi y están acogidas en hogares vascos», así como el programa Loturak, que pondrá en contacto a las personas migrantes con las redes locales de acogida comunitaria o Berritze, que «atenderá tanto a personas y familias ucranianas acogidas en hogares vascos como a las propias familias de acogida. Se les realizará una valoración psicológica y se les planteará el abordaje terapéutico más adecuado». En esta última iniciativa se incluye a las asociaciones de acogida de niños y niñas de Chernóbil, «que han vivido con especial preocupación la situación de extrema gravedad e incomunicación provocado por la invasión en su zona».

El Fondo Isuri contempla de igual modo la ampliación de ‘Aukerak Suspertzen’, un programa comunitario de apoyo educativo extraescolar que persigue eliminar la brecha digital y reforzar las capacidades de menores en situación de desventaja social a través de la activación del tejido comunitario local. El conjunto de medidas habilitadas para la acogida de personas refugiadas de Ucrania se completará con un programa de ocio educativo para estas personas jóvenes que el Gobierno Vasco ya está desarrollando y que se activará más adelante.

También se ampliará el presupuesto destinado a las Ayudas de Emergencia Social (AES) y a paliar la pobreza energética con el objetivo de ayudar a los vascos que están sufriendo las consecuencias de la guerra.