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Desde su fundación, la oenegé Sonrisas de Fe se ha dedicado a brindar apoyo y ayuda en el ámbito sanitario y al acompañamiento de personas enfermas, pero la invasión rusa en Ucrania ha mudado sus perspectivas y sus miembros han decidido destinar sus esfuerzos a para asistir y atender a personas refugiadas. Ahora gestionan el traslado inminente de 147 personas, entre las que se encuentran doce familias que traerán hasta Vigo. Prevén que lleguen entre mañana y el fin de semana. «Uno siente la necesidad urgente de ayudar a personas que no tienen hogar ni tampoco quien las recoja», destaca el presidente de la organización, Jonathan Hergueta, sobre el cambio de rumbo que han tomado. «Estamos salvando a madres con hijos», señala.

El equipo de Sonrisas de Fe está llevando a cabo labores logísticas de transporte de medicinas y otros materiales de primera necesidad hasta la frontera polaca con Ucrania y en el viaje de vuelta traen consigo a personas refugiadas. Las acercan hasta España y, una vez aquí, gestionan sus traslados y acogidas. Todo ello sin aceptar donaciones económicas para combatir la crisis humanitaria.

Jonathan Hergueta, que realiza su labor desde Portugal, explica que los puntos de conexión en Polonia son Varsovia y Cracovia. Desde allí, entrar «como pueden» para facilitar el desplazamiento de decenas de personas que se están escondiendo en bodegas y que tratan de alcanzar suelo seguro. «Es impresionante ver a más de 2.000 familias dispuestas a acoger a refugiados, ofreciendo sus casas al completo o habitaciones», agradece.