Mujeres libres, mujeres gitanas: «No tenemos las mismas oportunidades que las demás»

Phenjalipen es la primera asociación con una junta directiva 100 % femenina. «Siempre nos tenemos que estar justificando por las acciones que hacen otros gitanos», denuncian

La Voz de Galicia, , 11-04-2022

ucho antes de que la palabra sororidad entrase en la escena feminista para definir la relación de afecto entre las mujeres para empoderarse, el pueblo gitano ya hablaba de phenjalipen, que en la lengua del pueblo romaní significa hermandad entre mujeres. «Llevamos usándola mas de 600 años», explica la gitana Rut León. Las mujeres gitanas, siempre han sido mujeres libres. Phenjalipen es ahora el nombre de la primera asociación de gitanas cuya junta directiva está formada solo por mujeres. Actualmente son mas de una veintena, con León como presidenta. Además, ellas también son diversas. Son gitanas, y lo dicen con orgullo, «si naciera tres veces, tres pediría ser gitana, con todo lo bueno y todo lo malo», confiesa la activista.

Además, cuenta Rut que la lucha «no es contra el machismos», sino contra «el antigitanismo». Lo explica de la siguiente manera: «El machismo no me impide vivir, pero el antigitanismo me impide hacer algo tan normal como la compra, acceder a una vivienda digna o a un puesto de trabajo».

Phenjalipen nació para buscar una justicia social, y para responder también a una demanda histórica de las mujeres y hombres gitanos de Lugo, que necesitaban sentirse representados. La asociación se registró a finales del mes de diciembre y el primer acto público al que acudieron en manada fue el 8M. Bajo el lema «gitanas de Lugo, gitanas con orgullo», recorrieron la ciudad pidiendo igualdad. Dos años antes, en 2020, ya habían salido a la calle por primera vez en la historia de la ciudad amurallada. Esta vez, bajo la frase «gitanas visibles, gitanas invencibles».

A la izquierda, la presidenta de la asociación, Rut León. A su derecha, la vicepresidentaA la izquierda, la presidenta de la asociación, Rut León. A su derecha, la vicepresidenta OSCAR CELA
Desde que Phantalipen entró en escena, todo ha sido ilusión, pero hay mucho trabajo detrás. «A otras asociaciones les resultó chocante vernos en las manifestaciones. Yo lo entendí. Entre nosotras, nos entendemos. Cuando nos vieron, primero se asustaron, porque no daban crédito a que más de 23 mujeres gitanas estuviesen gritando en una manifestación», cuenta Rut León. Ahora, las ganas vencen a las dificultades, y las mujeres gitanas no se sienten representadas por el movimiento feminista — entienden que no solo hay un tipo de feminismo— ya que no aparecen en los discursos. «Lo feminista no te quita lo racista», explica León tajantemente.

«Si naciera tres veces, tres pediría ser gitana, con todo lo bueno y todo lo malo»
Pero las mujeres que protagonizan esta historia están orgullosas de ser gitanas. Y se refieren a las que no lo son como «payas». Rut León lleva 15 años haciendo activismo y su trayectoria le permite apreciar los cambios significativos que se han producido en los últimos años: «Ha sido para bien, pero a nivel interno. Eran otros tiempos, la comunidad gitana es camaleón, se ha adaptado a todo», explica. Ellas, que forman parte de la sociedad, también son un fiel reflejo de ella. «Cuando empecé, estaba sola. También me sentí así cuando fui al instituto, por ejemplo. Pero eso ya está cambiando, ahora todos los niños están escolarizados y la población gitana tiene muchísima juventud», relata León.

Ruth León Gabarri es una conocida activista gitana, residente en Lugo.
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LA SOCIEDAD «INVOLUCIONA»
Sin embargo, la sociedad sigue sin responder: «Ha sido una involución. Siempre nos dicen ‘es que los gitanos no os integráis’, pero nosotros no tenemos que integrarnos, porque somos tan ciudadanos, gallegos y lucenses como vosotros. Además, la palabra integrar no nos gusta nada. Lo usamos como una maldición, ‘integrada te veas’», gritan.

Clichés, mitos, estereotipos… un compendio de factores hacen que gitanas y gitanos vivan a diario una realidad que dista de la de los payos. «No tenemos las mismas oportunidades que otra persona que sea paya. Como te apellides Jiménez, Montoya, Romero… adiós. No salimos del mismo punto de partida. El antigitanismo está presente cada día, de manera sistemática y normal». Perseguidas, señaladas, insultadas. La salud mental de todas estas personas se ve afectada por el comportamiento de buena parte de la sociedad. Por ello, conocer la cultura gitana, explica León, es primordial para entender el funcionamiento de este pueblo.

Son gitanos, y por ello, los eternos sospechosos. «Siempre nos tenemos que estar justificando por las acciones que hacen otros gitanos». Phenjalipen ha llegado para recordar la importancia de la educación, pero también de la reeducación. Como guinda para terminar esta historia, hasta 1978 los gitanos no tenían reconocida la ciudadanía española. «En los campos de concentración nazis murieron medio millón de gitanos, pero de eso no se habla», concluye Rut León.

Mujeres que forman parte de la asociación. En el suelo, la presidenta, Rut LeónMujeres que forman parte de la asociación. En el suelo, la presidenta, Rut León OSCAR CELA
PROGRAMA: Día Internacional del Pueblo Gitano

Este viernes, a las 19.00 horas y en la Praza Maior, se realizará la presentación del acto, se interpretará el himno gitano, se entregará un premio de reconocimiento a la trayectoria a Manolo Vila y la casa consistorial se iluminará por primera vez con los colores de la bandera gitana. El sábado 9 de abril, el centro de convivencia Fingoi acogerá, a las 18.30 horas, el concierto flamenco ‘Son de Lugo’.

Libertad Hernández durante un partido del partido dirigiendo a su equipo
«Las nuevas generaciones estamos demostrando que no por ser gitano tienes que ser menos trabajador»
X. M.

Los jóvenes gitanos lidian con unos estereotipos que día tras día luchan por romper. Todavía hay quienes mantienen prejuicios sobre la comunidad, encasillando a todas las personas bajo unas etiquetas. Sin embargo, las nuevas generaciones están demostrando que esos pensamientos no pueden estar más alejados de la realidad. Iniciativas como el Programa Acceder de la Fundación Secretariado Gitano demuestran que hay toda una generación con ganas de aprender, trabajar y de crecer día a día. En el Principado hay alrededor de 10.000 gitanos. LA VOZ DE ASTURIAS ha hablado con dos participantes del programa para que cuenten su experiencia.
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