Un país comprometido

En el corazón de Europa presenciamos la injustificable invasión a Ucrania y la necesidad de responder al éxodo de millones de personas que buscan proteger sus vidas

Diario Vasco, JOSÉ LUIS ESCRIVÁMINISTRO DE INCLUSIÓN, SEGURIDAD SOCIAL Y MIGRACIONES JOSEMARI ALEMÁN AMUNDARAIN, 11-04-2022

Como sucedió hace dos años con la pandemia, volvemos a atravesar circunstancias trágicas que creíamos inimaginables. En el corazón de Europa presenciamos hoy una injustificable invasión de un país por otro, la pérdida de vidas causada por la guerra, y la necesidad de responder al éxodo de millones de personas que buscan proteger sus vidas de la destrucción causada por las bombas. Esta extraordinaria situación es la que nos ha tocado afrontar a los europeos en estas últimas semanas. La única buena noticia es que lo estamos haciendo con solidaridad, unidad, agilidad y compromiso. Como sucedió con la pandemia, la respuesta europea ha sido afortunadamente mucho más ambiciosa que en el pasado. En una semana se estableció un nuevo marco jurídico para facilitar la acogida de las personas que huían de la guerra, aplicando por primera vez en su historia la Directiva de Protección Temporal.

Fue entonces cuando llegó el turno de los gobiernos nacionales y creo que tenemos motivos para estar orgullosos de cómo hemos respondido. En primer lugar, porque en el Consejo de Ministros posterior a la decisión europea acordamos ampliar el ámbito de aplicación de la directiva para cubrir a todos los colectivos a los que les había afectado la guerra, extendiéndolo a los no ucranianos que huyen del país, y a los ucranianos en nuestro país. España no sólo ha sido uno de los pocos países que ha extendido esta protección, sino que también fue uno de los más rápidos en hacerlo. En segundo lugar, el 10 de marzo, apenas dos semanas después de primer ataque de Putin, el Gobierno aprobó una norma inédita para simplificar extraordinariamente los procedimientos administrativos que tienen que hacer las personas desplazadas que llegan a nuestro país. Los Ministerios de Interior e Inclusión trabajamos estrechamente para que la resolución de protección temporal, que da automáticamente derecho a residir y trabajar durante un año prorrogable, se pudiera conseguir en 24 horas.

Además, en las zonas donde es más previsible que lleguen más refugiados, hemos puesto en marcha una serie de dispositivos que nos permiten no solo centralizar todas las gestiones sino también proporcionar acogida de emergencia e iniciar su incorporación a las plazas estables del sistema de acogida para aquellos que lo necesiten.

En situaciones excepcionales como estas, es fundamental ser rápido en los cambios normativos que se requieren y que se desplieguen rápidamente los recursos para que estos cambios lleguen de manera inmediata a los que lo necesitan, facilitándoles su incorporación a nuestro país en estas circunstancias tan duras para ellos. Gracias al trabajo desplegado, en menos de un mes España ha logrado que 85.000 ucranianos ya tengan todos los trámites necesarios o citas para permanecer entre nosotros y acceder a un amplio catálogo de derechos y prestaciones o cita para ello, y que todos los que lo necesitan tengan plazas en nuestro sistema de acogida.

La experiencia durante el verano en la operación para atender a las familias llegadas de Afganistán ha sido de gran ayuda para abordar este reto. Entonces, montamos un dispositivo de tránsito en la base Torrejón del que los refugiados salieran, en poco más de un día, con todos los trámites administrativos iniciales ya resueltos y rumbo a una vivienda del sistema de acogida donde iniciar una nueva vida. Fue un éxito. En Torrejón no solo se atendió a los 2.000 colaboradores afganos acogidos en España, sino que también sirvió para centralizar la llegada y derivación de los colaboradores de la UE hacia otros países europeos.

Para responder al reto de la llegada de miles de refugiados ucranianos, tuvimos claro que era importante establecer centros de recepción que faciliten tanto la atención inicial a los refugiados como todos los trámites administrativos para iniciar una vida en España. Como las vías de llegada de refugiados son mucho más variadas que entonces, no basta con un solo centro. Por ello, decidimos instalar cuatro en zonas en las que, por la existencia de una comunidad ucraniana previa al conflicto, esperábamos más llegadas (Madrid, Barcelona, Alicante y Málaga) y en muy pocos días están todos a pleno rendimiento. El despliegue de estos centros es un logro colectivo, y quiero agradecer el trabajo de las administraciones y entidades que han logrado ponerlos en marcha en un tiempo récord, y que hoy siguen trabajando en ellos. Junto a estos centros, también hemos lanzado, junto a la Fundación ‘la Caixa’, un programa para la acogida de refugiados ucranianos en familias, que servirá para canalizar el inmenso caudal de generosidad con el que la sociedad española ha respondido a esta crisis. Dentro de poco tendremos familias españolas conviviendo con familias ucranianas, contribuyendo a su integración.

Para los servidores públicos, cuesta imaginar una situación en el que nuestro trabajo pueda ser puesto a un fin mejor que el de atender a aquellos que huyen de una guerra y lograr que la respuesta solidaria de nuestro país se traduzca en una vida un poco mejor para ellos. Somos un país generoso y comprometido, que puede sentirse orgulloso de cómo responde en los momentos difíciles. Sigamos ayudando al pueblo ucraniano.

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