«Necesito sentirme productiva para este país»

Un primer grupo de desplazados finaliza mañana su formación en cocina

Diario Vasco, MIGUEL VILLAMERIEL, 07-04-2022

Refugiados ucranianos se forman en Gipuzkoa para trabajar en hostelería, automoción y obras. Un primer grupo de desplazados finaliza mañana su formación en cocina y confía en que su integración laboral les permita «sentirse útiles». Estos son tres tesimonios:

Svitlana tiene 45 años y se ha visto obligada a dejar atrás una tranquila vida en la ciudad ucraniana de Odesa en la que ejercía como psicóloga. «Cuando me planteé que tenía que huir de mi país, pensé en España porque es el único lugar en el que tenía algún conocido para poder empezar de nuevo». Esta mujer ucraniana, que ha llegado junto a su hijo, solo tiene palabras de agradecimiento por la acogida que le está brindando la sociedad guipuzcoana, así como los voluntarios de origen ucraniano que se desviven por ayudar a sus compatriotas. A Svitlana se la ve suelta en la cocina. «Nunca me he dedicado profesionalmente a ello, pero me encanta cocinar, mis dos abuelas eran cocineras y mi padre y mi hijo mayor también, así que estoy acostumbrada a verlo. He decidido empezar por este sector, porque no tengo nivel de castellano para plantearme ejercer de psicóloga aquí», explica. Sobre todo, siente la necesidad de «empezar a trabajar para ser productiva y útil para este país. Espero que la guerra acabe pronto, pero mientras quiero trabajar».

Dmytro | Hondarribia
«Podría trabajar en el diseño de páginas web»

Dmytro tiene apenas 18 años, pero tuvo suerte para poder dejar Ucrania gracias al carnet de estudiante que le eximía de enrolarse en el ejército por la ley marcial. Estudiaba Periodismo y ahora aún sigue algunas clases online desde Hondarribia, donde reside en una pensión conseguida por CEAR, pero a la vista de las noticias que llegan de su país, ya empieza a pensar en una nueva vida en Gipuzkoa. Estos días ha participado en los cursos de hostelería en Donostia, aunque reconoce que la parte que más le ha gustado es la de atención en sala. En Ucrania colaboró con algunos restaurantes para diseñarles sus páginas web, así que cree que esa podría ser una buena salida en este primer momento. «Me gusta hablar con la gente, relacionarme. Mi español va poco a poco, pero cada día entiendo más», subraya Dmytro. ¿Contemplas también la opción de volver a tu país? «Dependerá mucho de cómo y cuándo acabe la guerra, pero ahora mismo no lo veo nada claro. En lo único que pienso es en que termine cuanto antes, pero a ver cómo queda luego el país…».

Tania | Donostia
«Mi idea es asentarme aquí, mi hija ya ha hecho amigas»

Tania ha llegado a Donostia acompañada de su madre y su hija de 17 años y, en apenas unas semanas, ha llegado a la conclusión de que lo mejor que pueden hacer es tratar de asentarse aquí hasta que la situación de Ucrania se tranquilice. «La Cruz Roja nos ha encontrado una pensión para alojarnos en Ategorrieta y estamos muy a gusto. Mi hija ya ha hecho amigas y todo», comenta ilusionada. De hecho, su hija intentó participar también en el curso de cocina, pero no pudo porque están dirigidos a los mayores de edad. Todavía le tocará esperar unos meses. Tania tampoco ha trabajado nunca en el sector de la hostelería, pero no dudó en apuntarse al curso cuando surgió la posibilidad. «Mi padre es chef y en casa cocino mucho, por lo que no es un mundo que me resulte ajeno. Estoy aprendiendo mucho en el curso y cada día me veo mejor en la cocina. Me gustaría estar trabajando pronto», expresa. En su caso, tiene claro que «mi idea es poder asentarnos en Donostia y que mi hija pueda desarrollar su vida en paz. A ver si tenemos suerte y lo conseguimos».

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