La expedición comienza su regreso con 10 refugiados ucranianos a bordo

El único dilema que tienen es saber si llegarán hasta las islas o se irán quedando por el camino

Canarias 7, ACFI PRESS, 04-04-2022

La expedición canaria que se desplazó hasta Polonia para llevar ayuda humanitaria y volver con refugiados hacia Canarias ha iniciado este lunes el viaje de vuelta hacia el Archipiélago. Tras ocho días desde que comenzaron la aventura, José Carlos Hernández, Policía Nacional de Telde, Francisco Torres, guía turístico de Gran Canaria que en la actualidad se encuentra en Finlandia, Inmaculada Gómez, directora de música de la Escuela de Pájara, y Arnán Armas, cámara de televisión, recogieron hoy a diez ucranianos -siete mujeres, dos niñas y un chico adolescente para desplazarse en las dos furgonetas con las que han recorrido miles de kilómetros para hacer el mismo recorrido, pero de vuelta.

Los miembros de la expedición ‘De Canarias a Polonia’ regresan muy felices porque han podido cumplir con todos sus objetivos, entregar el material y sacar de la difícil situación por la que atraviesan por la invasión rusa de su país a un grupo de ucranianos. El único dilema que tienen en estos momentos, es si los diez refugiados que han iniciado el viaje de vuelta, llegarán hasta las islas o se irán quedando por el camino. Lo explica, Francisco Torres: «Nos han dicho una serie de destinos en España donde se supone que tienen familiares, amigos o familias de acogida, pero cuando iniciemos el viaje comprobaremos la realidad porque muchos te dicen que los tienen por miedo a que si no, no los lleves».

Estos cuatro héroes solidarios regresan tranquilos y confiados en que podrán llegar al Archipiélago sin problemas porque tienen todo muy bien organizado: «Hemos trabajado todo con una asociación que está en contacto directo con el Consulado y son ellos los que no registran. Si la policía nos para, comprueba en el registro consular que todo es correcto«, añade Torres.

Para poder encontrar a los ucranianos que van a traer para España ha jugado un papel fundamental Jaime Lago, un voluntario que se encuentra en la zona casi desde el principio de la invasión rusa y que explica un poco la situación de estas personas que dejan atrás toda su vida: «La necesidad más real que tienen es encontrar donde vivir, donde quedarse, como rehacer su vida y como llegar hasta allí. Coordinamos con gente en España para que se puedan llevar a los refugiados y se han puesto en contacto con nosotros conductores particulares, grandes empresas, una parroquia, un convento de monjas, llevamos desde el tercer día de conflicto y hemos mandado 1.750 personas trasladadas, algunos filántropos han mandado aviones privados, es un trabajo muy gratificante en el que cambiamos la vida de las personas y luego ellas te lo cuentan y te emocionan con sus historias«.

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