Veterinarios gallegos critican el sistema para acoger las mascotas de Ucrania
Se les pide colaboración con animales de un país con la rabia sin erradicar: «Es muy serio, como haya un solo caso vamos a ir a sacrificios masivos»
La Voz de Galicia, , 04-04-2022a Consellería de Medio Rural había registrado hasta el pasado viernes 34 mascotas llegadas desde Ucrania acompañando a las personas refugiadas que están siendo acogidas en la comunidad. Se trata de perros en su inmensa mayoría que «en principio non son sospeitosos de padecer rabia», tal como aclara la propia Xunta de Galicia. Pero como en el país esta enfermedad es endémica y se han flexibilizado las condiciones para que entren en la Unión Europea se les está aplicando un «protocolo preventivo».
Este procedimiento, o más bien la manera de llevarlo a la práctica, es lo que está generando una reacción ambivalente entre los veterinarios de la comunidad, porque se suceden las muestra de solidaridad, pero también las críticas, ya que Galicia se mantiene como una de las pocas autonomías donde la vacuna antirrábica no es obligatoria. La cobertura no llega al 10 % y los profesionales temen que de darse un caso —por improbable que sea— se desate una crisis sanitaria, que obligaría al sacrificio de animales e incluso implicaría consecuencias peores si llega a producirse un contagio a humanos, porque se trata de una enfermedad muy grave, con un altísimo porcentaje de mortalidad.
Una refugiada ucraniana, con su perro en la frontera con Rumanía
El riesgo por las mascotas ucranianas reaviva el debate sobre la vacuna contra la rabia
J. V. LADO
Oficialmente, el Ministerio de Agricultura considera que la rabia terrestre está erradicada en España desde 1978, pero a lo largo de los últimos años ha dado cuenta de algunos casos, fundamentalmente llegados a Ceuta y Melilla importados desde Marruecos. El más sonado se produjo el 1 de junio del 2013 en Toledo, donde un pit bull, finalmente abatido por la policía, mordió a varios niños y a un adulto. Sin embargo, el Instituto de Salud Carlos III, que es el que se encarga de los registros tanto en animales como en humanos, si los hubiese, ha confirmado ocho casos de rabia canina en los últimos seis meses. Además, en diciembre del 2019 falleció en el Hospital de Cruces del País Vasco un ciudadano marroquí contagiado por la mordedura de un gato en su país cuatro meses antes.
A los veterinarios se les pide que colaboren atendiendo animales en cuarentena
Ahora, aquí en Galicia el malestar de algunos veterinarios —al margen de las quejas para que se generalice la vacunación— viene dado por la última comunicación que ha remitido la Dirección Xeral de Gandaría, en la que les pide «colaboración no aloxamento e atención dos animais nos que os servizos veterinarios oficiais determinen a necesidade de permanencia en corentena», así como en la «asistencia clínica». Algunos profesionales creen que recurrir a voluntarios no es la mejor forma de gestionar este asunto, cuando la gran mayoría de las clínicas no tienen espacios adecuados, e incluso entienden que debería intervenir Saúde Pública.
Medio Rural explica que mandó el escrito a los colegios veterinarios para «organizar axeitadamente a colaboración» después de que se sucediesen las ofertas para ayudar y de que esté ocurriendo lo mismo en otras comunidades. Destaca que los costes de la vacunación, desparasitación e identificación los cubre la consellería y para lo que se pide colaboración es «exclusivamente albergando en corentena algún animal no que a persoa refuxiada residira preto deses centros para favorecer o posible contacto desta coa súa mascota, ou ben prestando asistencia sanitaria se algún animal tivera algún proceso non relacionado coa rabia que requirira a súa atención». E insiste en que ese apoyo es «totalmente voluntario e altruísta». La Consellería de Medio Ambiente correría con los gastos de manutención y también está estudiando si es necesario o no habilitar espacios para el aislamiento en instalaciones públicas.
«Es muy serio, como haya un solo caso de rabia vamos a ir a sacrificios masivos»
Enrique Orro, vicepresidente del Colegio Oficial de Veterinarios de A CoruñaEnrique Orro, vicepresidente del Colegio Oficial de Veterinarios de A Coruña M. MARRAS
El vicepresidente del Colegio Oficial de Veterinarios de A Coruña, Enrique Orro Bello, aclara de entrada que no es un problema de solidaridad, «porque sensibles somos todos», con los refugiados que están llegando de Ucrania, pero considera que «también hay que ser serios» y recurrir a voluntarios le parece una «solución descabellada» para un asunto que puede desencadenar una crisis de salud pública. «Es que da la sensación que dijeron: “Como los veterinarios son vocacionales y les gustan los bichitos que lo hagan ellos”», se queja.
«Es un tema muy serio, como haya un solo caso vamos a ir a sacrificios masivos y después no nos va a temblar la mano. La convivencia con los animales va a cambiar por completo», advierte Orro, que no pretende ser alarmista, pero sí advertir de los riesgos que ve, y también considera que deben ser los veterinarios de los servicios oficiales y con los medios adecuados los que se ocupen de estas cuestiones. «Es que cómo voy a tener yo —o cualquier clínica— a un animal tres meses en cuarentena en una jaula de un metro por un metro. Hay que limpiarlo, darle de comer… ¿Quién se arriesga a que le muerda un perro infectado, además con una enfermedad que tiene una incubación de entre dos y ocho semanas, pero que puede llegar a un año y en la que en el 99 % de los casos te mueres y de una forma horrible?», expone de manera cruda el vicepresidente de los veterinarios coruñeses, para quien no hay justificación alguna para que siga sin extender la vacunación antirrábica en Cataluña, País Vasco, Galicia y Asturias.
En el mismo sentido, ayer mismo el Colegio Oficial de Veterinarios de Asturias le pidió a su Gobierno que la haga obligatoria.
(Puede haber caducado)