CAMBIOS LEGALES / Las consecuencias

Los funcionarios alertan de que la reforma colapsará más las cárceles

El Mundo, 16-07-2006

España ostenta el penoso récord de ser la nación de la Unión Europea con la tasa más alta de reclusos por 100.000 habitantes. Nuestro país se ha puesto a la cabeza de la clasificación debido al crecimiento espectacular de los presos extranjeros, que han supuesto un incremento del 135% en los últimos cinco años.


Los funcionarios de prisiones opinan que la reforma del Código Penal aprobada el viernes por el Gobierno puede agravar aún más la situación de hacinamiento y colapso que se vive en las cárceles españolas.


El Ejecutivo acaba de anular la expulsión automática de aquellos inmigrantes con delitos inferiores a seis años, una de las pocas válvulas de escape que tenía el sistema penitenciario. Con la nueva reforma, los extranjeros deberán ahora cumplir su condena en España y sumarse a la lista de los 63.755 presos que existen en la actualidad. Durante el año 2005, el Ejecutivo expulsó a 1.229 reclusos como sustitución al cumplimiento de la condena.


El vicepresidente del sindicato de prisiones Acaip, Juan Figueroa, considera que si los internos foráneos representan en la actualidad el 30% de la población reclusa y son ya 18.616, cuando entre en vigor la nueva medida el porcentaje se acercará al 50%.


Desde las filas de este sindicato estiman que la expulsión es el mejor instrumento para abordar el problema de la población extranjera ilegal y delictiva: «La mayoría de los internos extranjeros cumple íntegra su condena debido a que, por la falta de arraigo familiar, apenas se acoge a beneficios penitenciarios», aseguró ayer Figueroa.


Otro de los problemas es que, una vez finalizada la pena, no pueden regularizar su situación, ya que al tener antecedentes penales no se les concede el permiso de residencia y de trabajo.Por tanto, según informan los funcionarios de prisiones, las políticas de reinserción son en numerosas ocasiones inviables con los internos extranjeros y muchos de ellos acaban condenados a la marginalidad y a la delincuencia. Desde el sindicato Acaip también destacan el alto gasto que paga la Administración por cada preso, que cuesta 24.000 euros al año a las arcas del Estado.


Lejos de mejorar, las cifras de 2006 son bastante alarmantes.A lo largo de los seis primeros meses del año, ya han ingresado 2.528 nuevos presos, cuando en todo 2005, lo hicieron un total de 1.679 internos.


Por nacionalidades, los reclusos foráneos más numerosos son los marroquíes con 3.961 (25% del total de extranjeros), seguidos de los colombianos, que son 1.810, (11%); los argelinos con 1.094 (7%) y rumanos con 1.063 (6%).

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