Berango aúna esfuerzos para ayudar al pueblo ucraniano con la mirada puesta especialmente en los más pequeños. «Todos padecen las consecuencias de la guerra, pero al final son los niños quienes ven truncadas sus vidas de un día para otro», puntualiza Anabel Landa, alcaldesa de la localidad. La primera acción que el Consistorio puso en marcha fue la movilización ciudadana con el deseo de recolectar la mayor cantidad de materiales, como ropa, medicamentos, artículos de higiene o geles, para transportarlos hasta los países fronterizos que se encuentran actualmente acogiendo refugiados. En apenas tres días Berango logró llenar cuatro camiones repletos de cajas. «La implicación que tienen los vecinos es muy importante. Aún seguimos recibiendo llamadas de gente que quiere ayudar», afirma la regidora.

Ahora, el próximo gran evento recaudatorio será la marcha familiar organizada para este domingo, en colaboración con Unicef y apoyada por todas las agrupaciones deportivas y culturales locales. Un recorrido que comenzará a las 11 horas desde el parque Moreaga y que transcurrirá por varias zonas hasta concluir, finalmente, en el mismo punto. Por ahora, hay 153 familias registradas, lo que equivale a unas 400 personas, pero desde el Ayuntamiento señalan que «la aspiración es poder llegar al menos a los 200 núcleos de convivencia». La participación en el evento requiere una aportación de 5 euros (https://berangokultura.eus/ucrania), que posteriormente serán donados a un representante del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia. Aun así, Landa asegura que «se están recibiendo cantidades más elevadas en la cuenta bancaria facilitada para la inscripción». En noviembre del pasado año, la urbe fue nombrada ‘Ciudad amiga de la Infancia’ por Unicef, después de un largo recorrido en la inclusión de los niños en el terreno municipal. No es de extrañar, por tanto, que en esta ocasión, la propuesta también esté enfocada en los más pequeños tanto de Berango, como de Ucrania. «Queremos que nuestros niños sean conscientes de lo que están pasando allí, sensibilizarlos de una manera dinámica en la causa, ya que al final son los que más lo van a sufrir», puntualiza la alcaldesa. Igualmente, uno de los principales objetivos, advierte, es que «no piensen que la vida es un constante conflicto, que sepan que las cosas se solucionan a través del diálogo y el entendimiento». Por ello, además del trayecto a pie, en el que irán acompañados de sus madres y padres, al finalizar se realizarán talleres especiales, photo call e incluso actuarán el Mago Oliver y la Maga Liuba, el grupo Otxandategi y la Asociación Cultural Eslava Vasca.

Proyectos solidarios
Además del dinero recaudado de las familias, el Consistorio también donará una cuantía a la agrupación Ucrania-Euskadi para apoyar en el transporte del material y otro importe de entre 3.000 y 5.000 euros para la marcha solidaria. Si bien las actividades institucionales son vitales para contribuir a la causa, la regidora asegura que la ciudadanía de Berango se ha involucrado de manera crucial. Por ahora, ya hay varios ucranianos acogidos por vecinos de la localidad. Landa apunta que «sabemos que hay más de una persona que ha abierto su vivienda para la gente que lo necesite». Asimismo, desde la Mancomunidad de Servicios de Uribe Kosta se están «gestionando alojamientos para poner a disposición de la red». De momento, junto a la colaboración de Cruz Roja, se ha facilitado a las familias provenientes de Ucrania un espacio de encuentro en la calle Landabe, número 12, de Sopela.

No es la primera vez que el municipio se vuelca con los países más necesitados. Como indica la regidora, «tenemos una obligación moral de poner nuestro granito de arena en las personas más desfavorecidas». Berango invierte alrededor de 40.000 euros anuales en diferentes proyectos, así como en los campamentos de refugiados saharauis en Tindouf (Argelia), en la asistencia en Gandiol (Senegal) y en el convenio de colaboración con la fundación Vicente Ferrer, que este año está enfocado en reducir la vulnerabilidad social, económica y ambiental de la aldea rural de Thurvagal (India).