La Universidad de Barcelona incorpora a los primeros profesores refugiados de Ucrania
Se trata de los catedráticos de Medicina y Economía Oleksander y Maryna Martynenko, que huyeron de Járkov tras los bombardeos rusos. La UB ultima un plan para acoger a universitarios ucranianos a los que la guerra ha impedido continuar con sus estudios
El Periodico, , 29-03-2022La Universidad de Barcelona (UB) ha recibido este martes a los primeros profesores ucranianos llegados a la ciudad huyendo de la guerra de Ucrania. Se trata del catedrático de Medicina de la Universidad de Járkov Oleksander Martynenko y su esposa, la catedrática de Economía en la misma universidad Maryna Martynenko. Ambos se incorporarán a la UB como profesores visitantes de la Facultad de Medicina él y de la Facultad de Economía ella hasta el próximo 31 de diciembre, cuando regularicen su situación laboral en España.
Ambos profesores podrán continuar con sus proyectos de investigación, y al mismo tiempo seguir dando clases ‘on line’ a sus alumnos que han quedado en Ucrania y que pueden seguir estudiando de forma virtual, que no son muchos.
Oleksander y Maryna Martynenko aterrizaron en Barcelona el 26 de marzo junto a su hija, Anastasia, estudiante universitaria, y los padres de ella, Víktor y Nadiia, que son profesores de Matemáticas y de Sociología respectivamente. La familia, que vivía en Járkov, huyó tras los bombardeos que destrozaron la ciudad. La facultad de Economía en la que trabajaba Maryna quedó destrozada. El 8 de marzo, iniciaron un periplo que les puso rumbo a Cracovia en coche y autobús. De allí, volaron hacia Barcelona.
Su viaje a Barcelona no se enmarca en el programa de acogida de la UB, sino que es fruto de la relación personal entre Oleksander Martynenko y el profesor del Departamento de Cirugía y Especialidades Medicoquirúrgicas de la UB Xavier Pastor. Ambos se conocen desde 1998 y han colaborado en diversos proyectos europeos que fructificaron en una relación de amistad. Fue el profesor Pastor quien inició las gestiones para que la familia pudiera huir de Ucrania. Y también el que les ha buscado alojamiento mientras dure su estancia en la ciudad.
La pareja ha subrayado su agradecimiento tanto a la UB, como a amigos y profesores. Aleksander Martynenko ha explicado que sus proyectos han quedado en pausa por la guerra y que espera poder retomarlos, y ha lamentado que los bombardeos hayan acabado con la vida de personas de su universidad y su ciudad. “Estamos muy agradecidos a las personas de la UB y en general a toda España. Lo que estamos viviendo es muy duro. Solo así podemos seguir trabajando e investigando”, ha señalado el catedrático, especializado en análisis de datos en el campo biomédico.
También Maryna Martynenko ha querido poner en valor el hecho de que puedan seguir investigando y que la labor de las universidades no se pare porque, ha dicho, “el conocimiento es el futuro, es la esperanza”.
La incorporación de estos profesores es la primera de varias que prepara la UB dentro de un programa de acogida temporal de profesores e investigadores, según ha avanzado el vicerrector de Política de Internacionalización de la UB, Raúl Ramos. Actualmente hay tres profesores pendientes de poder salir de Ucrania con destino a Barcelona. “Es difícil poner fecha a su llegada porque la salida del país no es fácil”, ha detallado Ramos.
Estas acogidas serán hasta finales de 2022. A partir de ahí, en función de cómo evolucione el conflicto en Ucrania, se harán los ajustes necesarios. La idea es regularizar la situación de estos docentes y hacerles contratos de profesores visitantes.
La universidad también trabaja en un plan para integrar a universitarios ucranianos que han visto interrumpidos sus estudios por la invasión rusa, como sería el caso de Sofia Shcherbiy, estudiante de Medicina refugiada en Guissona. La coordinadora del programa de la universidad en apoyo a las personas refugiadas y provenientes de zonas en conflicto, Cati Pérez, ha explicado que el programa de apoyo a personas refugiadas puesto en marcha en 2015 a raíz de la guerra de Siria ha abierto ya las puertas a decenas de personas de lugares como El Congo o Siria, a los que no solo se les exime del pago de matrícula y tasas sino a los que se da apoyo en materia de lenguas y de respaldo psicológico. Pérez ha detallado que en el caso de los estudiantes, como cada caso es diferente, en el marco generalista del programa, se da un atención diferente y un trato individualizado.
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