La Unión Europea ha activado por primera vez en 20 años la norma que permitirá la entrada sin límites de refugiados ucranianos. Además, España les dará papeles para trabajar en 24 horas y regularizará a los ucranianos que ya vivían aquí. A las más de 600 personas que llegaron a través del barco Aquarius en 2018 les prometieron que los trámites se agilizarían. A día de hoy, muchos de ellos todavía esperan.

“Celebro las medidas para los refugiados ucranianos, pero, cuando lo vi, pensé que es discriminación hacia África o hacia Asia, es como si fuéramos inferiores”, denuncia Alhassane Diallo, una de las personas migrantes rescatadas en el barco Aquarius. En la misma línea se posiciona Moses, otra de las personas rescatadas: “Nosotros pensamos que hay discriminación porque los refugiados son refugiados. La guerra de Ucrania no es diferente de las guerras de África”, insiste.