«HA sido una mordedura tremenda, como la de la película ’Tiburón’», explica, visiblemente afectado, Juan Manuel Rodríguez, padre de Lucía, de siete años, atacada por un pez golfar el jueves cuando se bañaba en la playa de San Juan (Alicante).

La familia recibió ese día el mayor susto de su vida. La pequeña jugaba «justo en la orilla del mar, con el agua que no le llegaba ni a la cintura», cuando sintió la fuerte mordedura e intentó salir, llorando. «Mi mujer fue a atenderla, pero en ese momento, un inmigrante africano que vendía pareos en la playa, soltó su cargamento, sacó a mi hija del agua y la llevó corriendo a toda velocidad al puesto de socorro», dice.

A pesar de estar viviendo momentos difíciles, casi lo primero que viene a la mente de Juan Manuel es el agradecimiento a este héroe anónimo: «Me gustaría agradecerle personalmente este gesto, porque de toda la gente que había en la playa de San Juan en una hora punta como las 13.30, fue el único en socorrerla», explica.

Agradecimientos

«Lamentablemente, desapareció tras dejarla en buenas manos, porque probablemente está en situación ilegal y, si no lo hubiera hecho, lo habrían detenido», agrega. También está muy agradecido a la Cruz Roja, y al Hospital General de Alicante, donde está su hija. Ahora lo único que le preocupa es que la menor «se recupere totalmente y lo antes posible», por lo que no ha pasado por su cabeza plantear ninguna demanda. Añade que nunca había «oído que pasara algo así» pese a vivir 15 años en Alicante, aunque ahora reside en Sevilla.

Por su parte, el alcalde de Alicante, Luis Díaz Alperi, ofreció una rueda de prensa ayer para mandar un mensaje de tranquilidad e insistir en que lo sucedido es un hecho aislado. Además, coincide con el padre de Lucía en pensar que el animal se acercaría tanto a la orilla por seguir a un banco de peces pequeños y que confundiría la mano de la menor con una presa.