La irrupción de los delitos relacionados con las nuevas tecnologías también tendrán respuesta. En el sector de la biomedicina se tipifica la manipulación genética para la clonación de seres humanos con fines reproductivos, pero se despenaliza la fecundación de óvulos humanos para la investigación.

Por primera vez, se recoge como delito las intromisiones ilegales en sistemas informáticos ajenos (hackers). Se castigarán tanto los ataques contra la intimidad como los posibles delitos por daños que puedan producir grave perjuicio. También queda tipificada la clonación, uso y posesión de tarjetas de crédito ajenas.

Otras reformas que se introducirán en el Código Penal son el mobbing (acoso laboral), que será penado con seis meses a dos años de cárcel, o la recuperación de las medidas alternativas de cárcel para intentar reducir el hacinamiento penitenciario (arrestos de fin de semana, trabajos a favor de la comunidad o penas de localización permanente).

La reforma socialista acabará con una de los cambios promovidos por el Gobierno del PP para luchar contra los delitos cometidos por extranjeros: la expulsión forzosa de los inmigrantes con sentencias inferiores a los seis años. El Gobierno cree que «esta medida se ha revelado poco eficaz», por lo que su proyecto prevé dejar en manos de los jueces la decisión.