El goteo de desplazados ucranianos que llegan a Euskadi para huir de la guerra no cesa y, en estos momentos, se calcula que la cifra total está ya en torno a las 1.250 personas. Sin embargo, la mayoría de ellas están acogidas en domicilios particulares al margen del sistema estatal de acogida, que este jueves contabiliza 340 personas de origen ucraniano alojadas, por lo que las instituciones vascas mantienen el ‘escenario 1’ del plan de contingencia que elaboraron hace tres semanas, que solo subirá de nivel cuando se alcancen las 700 personas acogidas en la red estatal. Las cifras que maneja el Gobierno Vasco son que, además de esos 340 refugiados acogidos, hay 300 personas más alojadas en familias particulares y otras 600 no registradas que podrían haberse alojado en hogares de origen ucraniano.

El comité de seguimiento de la situación de las personas desplazadas que han llegado a Euskadi se ha reunido este jueves por la mañana en Lehendakaritza y ha decidido mantener el ‘escenario 1’ del plan de contingencia, toda vez que el número de personas que se encuentra atendido en los recursos del sistema estatal de acogida ronda las 340 personas. El departamento vasco de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales ha emitido un comunicado tras la reunión en la que ha recordado que «el acogimiento de personas en busca de protección internacional es competencia única y exclusiva del Gobierno español», que gestiona esta atención a través de CEAR en su primera fase. El Gobierno Vasco, por su parte, «es el encargado de facilitar toda la infraestructura y el apoyo necesario para la atención humanitaria cuando los recursos oficiales no pueden dar el servicio necesario».

En ese contexto, la nota detalla que, desde que se produjo la invasión rusa en Ucrania, CEAR (que gestiona los recursos del sistema estatal de acogida) ha atendido a 416 personas de origen ucraniano, de las que 319 permanecen en los recursos de los que este organismo dispone en Euskadi, a la espera de que se les asigne una residencia estable. A este número habría que sumar la veintena de personas que ya están en los recursos de la red perteneciente al Gobierno Vasco en Oñati, Tolosa y Berriz, y que son gestionados por Suspergintza y Zehar Errefuxiatuekin. Por otro lado, según datos de los que dispone el Gobierno Vasco, 300 personas están conviviendo ya con familias vascas y, se estima que podría haber otras 600 más no registradas.

A día de hoy, no hay constancia de flujos importantes de llegadas, «más allá de las iniciativas solidarias privadas que se están coordinando con el Gobierno Vasco y las entidades sociales especializadas en la atención a este colectivo». El Ejecutivo vasco también destaca que se está registrando mucha movilidad entre las personas que llegan a los recursos vascos, que principalmente se están desplazando a Cataluña y la costa del Mediterráneo, donde tienen familiares o amistades.

Solidaridad organizada
El Gobierno Vasco sigue insistiendo en la necesidad de «organizar la solidaridad» de manera que pueda haber una «previsión de acogida» de las personas que están siendo desplazadas desde la frontera de Ucrania. Para este fin, Cruz Roja dispone de un número de teléfono para recoger cualquier muestra de solidaridad y también para atender las necesidades de las personas ucranianas que ya están en suelo vasco. El 945 222 222 está operativo de 08.00 a 22.00 horas y cuenta con 15 personas operadoras. El último balance de este colectivo habla de 1.542 llamadas recibidas; 814 ofreciendo ayuda y 752, solicitándola.

Por territorios, Bizkaia ha registrado 593 llamadas y ha atendido a 135 personas (302 ofrecimientos y 299 peticiones); en Gipuzkoa han sido 365 llamadas y 149 presenciales (149 ofrecimientos y 223 peticiones), y en Araba han sido 485 llamadas y 53 atenciones presenciales (296 ofrecimientos y 198 peticiones).

Por último, la otra vía para canalizar las ayudas es el buzón de errefuxituak@euskadi.eus, que ha recibido alrededor de 4.000 mensajes, de los que casi 3.000 son ofertas de acogida, 289 son cesiones de alojamiento, además de donaciones y ofrecimientos para viajar a la frontera. Destacan también las 371 personas que se han ofrecido como voluntarias para atender las necesidades de las desplazadas desde Ucrania.