Euskadi tiene una gran representación de población ucraniana, que reside sobre todo en Gipuzkoa, donde unas 2.000 personas se dieron cita hace unas semanas para manifestarse contra la guerra. Hasta ese momento, 3.013 nacidos en Ucrania residían en el País Vasco. La mayoría, mujeres de entre 20 y 40 años que por diferentes motivos salieron de su país de origen y se instalaron en los tres territorios. El número de recién llegados se ha acentuado este último mes con motivo de la guerra. No obstante, hace años que Euskadi registra una tendencia al alza en cuanto a la población ucraniana se refiere, que ha crecido más de un 50% en la última década, según los últimos datos del observatorio vasco de inmigración Ikuspegi, que corresponden a 2021.

El 1,2% de las personas de origen extranjero que residen en Euskadi son ucranianas, porcentaje que sube hasta el 2,1% en Gipuzkoa. Precisamente la capital del territorio es la que más personas nacidas en Ucrania acoge, un total de 542. Le sigue Vitoria, con 500 e Irun, con 362. Basta con echar un vistazo al mapa sobre la población de origen ucraniano en la Comunidad Autónoma Vasca para percibir la importancia de este colectivo en Gipuzkoa, donde destacan las comarcas orientales. El Bajo Bidasoa, Donostialdea y Tolosaldea son las que más ucranianos tienen censados.

¿Y qué perfil tienen los que dejan atrás su país de origen para comenzar una nueva vida a más de 3.000 kilómetros? Más del 55% son mujeres de entre 16 y 44 años. Por ejemplo, hay 364 mujeres ucranianas de entre 35 y 44 años en Euskadi, frente a los 249 hombres de esta edad. Si se analiza la población local, sorprende la diferencia en esta franja de edad, donde solo se sitúa el 28,6% de los vascos. Es decir, tres de cada diez vascos son adultos jóvenes, mientras que cinco de cada diez ucranianos residentes en Euskadi tienen esta edad. Los menores de 15 años son el 9,5% y los mayores de 65, el 5,2%. El grupo que va de los 45 años a los 65 representa al 29,4% de la población de origen ucraniano.

Protección internacional
2014 fue un año de inflexión para Ucrania. Fue entonces cuando estalló la crisis de Crimea y Rusia anexó a su territorio esta península ucraniana. La situación de inestabilidad que vivió entonces Ucrania se ve reflejada en la evolución de las solicitudes de protección internacional. Hasta ese año, desde 2006 apenas había habido cinco peticiones. En 2014 se registraron siete solicitudes y ya en 2015, la demanda dio un gran salto hasta llegar a las 41 peticiones. Le siguieron 54 en 2016, 72 en 2017 y 80 en 2018. Es decir, se dispararon un 1.047,86% en solo cuatro años.

A pesar de que en los últimos años estas solicitudes volvieron a bajar –en 2020 se registraron 39–, en lo que va de año se ha alcanzado el número récord de 418 por la invasión y todo apunta a que esta cifra seguirá en aumento en las siguientes semanas.