«No podemos olvidarnos del Sáhara, este año es muy importante»

El programa Vacaciones en Paz retoma su actividad y se pone como reto llegar a 15 familias de Tolosaldea para la acogida de menores saharauis tras su suspensión de dos añosAna Trapero y Adnan Dahi Coordinadora del Programa Vacaciones en Paz y presidente del colectivo saharaui de Gipuzkoa

Diario Vasco, E. Arandia E. ARANDIA Tolosa., 24-03-2022

Desde hace décadas, cada verano, grupos de niños saharauis vuelan hacia Tolosa y otros puntos del territorio para pasar unas vacaciones en paz, huyendo de las altas temperaturas del desierto. La calima de los días recientes no solo nos ha recordado la cercanía con un continente y la problemática que la población saharaui continúa viviendo, también la puesta en marcha de una edición de ‘Oporrak Bakean’ (Vacaciones en Paz) más importante de los últimos años.

Tolosaldea comenzó a acoger menores saharauis de forma temporal en verano hace veintiún años, una iniciativa que se desarrolla con la ayuda de los ayuntamientos de Tolosaldea y la asociación Tolosaldea Sahararekin a través del cual durante los meses de junio y agosto se acoge niños y niñas que viven en los campos de refugiados de Tinduf, en el Sáhara Occidental.

Hablamos con Ana Trapero, coordinadora del programa en Tolosaldea, y Adnan Dahi, presidente del colectivo saharaui de Gipuzkoa. Ambos acompañan año tras año a las familias acogedoras del programa, y Adnan ha sido el monitor saharaui y traductor del programa durante los últimos cinco años, una figura importante en las relaciones y vínculos que se crean entre las familias y los niños. Este año, debido a las circunstancias y las consecuencias originadas por la pandemia los dinamizadores no cuentan con ninguna familia, parten desde cero, con lo que recalcan la importancia de la campaña de captación de familias de este año.

«Son tiempos de conflicto; es muy duro, pero las familias confían en que sus hijos estarán en buenas manos aquí»«’¿Otra vez campaña?’, nos preguntan. Llevan 47 años así, si la situación no cambia tendremos que seguir haciendo…»
El plazo de inscripción finaliza el día 27 de este mes. Las personas interesadas en ser familia de acogida para este verano podrán dirigirse al teléfono de contacto 645 710 789, a la página web del proyecto oporrakbakean.eus y en el correo electrónico oporrakbakean@gmail.com.

–El mensaje de este año es claro.

–Ana Trapero: Sí, nos gustaría llegar, por lo menos, a 15 familias de acogida en Tolosaldea. Ese es nuestro reto. Este año, sin embargo, contamos con un problema añadido: partimos de cero y no tenemos familias de acogida. Los niños y niñas que llegarán este año serán menores nacidos en 2014 que han cumplido ocho años y que comenzarán su ciclo. Saldrán por primera vez de los campamentos. Para ellos es toda una aventura; vienen con toda la ilusión del mundo a conocer otra realidad y otras familias.

–¿Por qué es importante que los niños salgan de los campamentos en verano?

–A.T: Es un respiro para los niños durante dos meses en los que se libran de las temperaturas extremas del desierto.

–Adnan Dahi: 50 grados a la sombra…

–A.T: Para las familias de allí también es importante que sus hijos tengan la oportunidad de disfrutar del verano, de las piscinas, el agua, una bicicleta… Tampoco hace falta mucha cosa. El objetivo es fortalecer los vínculos entre los pueblos vasco y saharaui, hacer revisiones médicas de los niños… Solo con la alimentación en dos meses se fortalecen, cogen algo de peso e incluso crecen unos centímetros. El niño que viene a finales de junio y que se va a finales de agosto no tiene nada que ver. Muchos tienen problemas de vista, anemia, problemas óseos que en algunos casos se han tenido que intervenir quirúrgicamente, endocrinologia… Llevamos a los niños a los especialistas al ambulatorio de Tolosa, al Hospital Donostia así como al dentista.

–A.D: Los jóvenes que ahora tienen 25 años y que vinieron todavía se acuerdan de las vacaciones que pasaron aquí, tienen muy buenos recuerdos. Se acuerdan de todo, y es que es la primera vez que han visto el mundo. Este año, además, hay un nuevo factor, el final de alto el fuego y la guerra, por lo que igual nos tocan niños huérfanos también. Los padres de la mayoría de estos niños de ocho años están luchando en la guerra como militares. Son tiempos de conflicto; es muy duro, pero las familias confían en las familias vascas y saben que sus hijos estarán en buenas manos aquí.

–¿Cuál es la situación actual del pueblo saharaui?

–A.D: Desde el 13 de noviembre de 2020, el final del cese de la guerra, se suma el factor de la inseguridad. Los nómadas, los beduinos, ya no puede vivir en las zonas liberadas, han hecho un nuevo éxodo y han vuelto a vivir a los campamentos otra vez. Y es que los drones marroquíes sobrevuelan y atacan la zona. Ya han muerto una treintena de civiles. La semana pasada supimos que el ejército marroquí bombardeó la escuela que se hizo con la ayuda del mercado solidario de Tolosa, en el territorio liberado de Agüenit, que destrozaron también pozos de agua. Es el segundo ataque que sufre esta ciudad en el último mes. Hace cuatro años llegaron cuatro niños que venían de familias de la zona liberada. Normalmente vienen niños de los campamentos, pero de vez en cuando contamos con niños de familias nómadas que viven en el desierto. Mantener el contacto con ellos después es más difícil.

–¿Han tenido problemas a la hora de volver a activar el programa?

–A.T: Se ha tardado un poco más en decicidir varios aspectos como los protocolos a seguir por la pandemia, pero por lo demás, no. Normalmente esta campaña empieza un poco antes, pero este año ha habido este extra en el que se han tenido que fijar varios puntos: los niños vendrán vacunados, es una de las condiciones, tienen que hacerse una PCR, la actuación en caso de que haya positivos a la vuelta… Queremos recalcar que las familias tienen un respaldo por nuestra parte, el equipo de trabajo del programa, en todo momento. Todos formamos un equipo.

–¿Cómo ha influido el coronavirus en la población saharaui?

–A.D.: El 73% de la población está vacunada, pero el virus ha causado muchas muertes de personas mayores de 70 años en adelante, ya que son frecuentes enfermedades como la diabetes, la anemia en mujeres, los niños tienen un peso inferior… Han empezado a convivir con ello y ahora mismo están en la tercera ola.

–Muestran su preocupación por la falta de familias de acogida.

–A.T: Sí, si no hubiera habido pandemia muchas familias habrían terminado el ciclo de los niños y niñas que llevaban años acogiendo, desde los ocho años. Muchos de ellos, los de diez y once años, en cambio, se quedaron sin poder venir y ha pasado su turno. Y vemos que el paréntesis de la pandemia ha enfriado a muchas familias a seguir con el programa. La mentalidad de la gente en general ha cambiado, hay otras prioridades, ahora ha llegado la guerra en Ucrania… Son muchas cosas que han pasado. Los saharauis son los eternos saharauis que están olvidados en el desierto… Muchas veces nos preguntan si vamos a volver a hacer campaña y si van a volver a venir los niños. Llevan 47 años así; si la situación no cambia tendremos que seguir haciendo… Ojalá algún día no existiera Vacaciones en Paz porque significaría que consiguieron regresar a su tierra, pero desgraciadamente tenemos que seguir. En Tolosaldea llevamos 21 años, pero ellos llevan 47 años. No podemos olvidarnos de la problemática del Sáhara. Por eso recalcamos que el programa de este año es muy importante. Cualquier tipo de familia vale y los dos meses pasan volando.

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