País Vasco quiere 'euskaldunizar' también a los refugiados ucranianos en su programa educativo

Denuncian en Europa la inmersión lingüística que sufren los inmigrantes en la enseñanza vasca

ABC, Miriam Villamediana, 19-03-2022

«La Unión Europea está financiando un programa de inmersión obligatoria en euskera en la Comunidad Autónoma vasca». Así comienza la carta que la asociación Hablamos Español ha enviado a Emily O’Reilly, defensora del pueblo europea. En concreto se refiere al programa EUSLE, apoyo en euskera, el protocolo de inmersión lingüística que aplica el Gobierno vasco a los inmigrantes recién llegados cuando se integran en el sistema educativo de la comunidad autónoma.

Cuando se puso en marcha, desde el departamento de Educación señalaron que el proyecto se basaba en los sistemas que se aplican en Cataluña o en Canadá. Arrancó como programa piloto en el año 2019 con el objetivo de lograr la «inmersión lingüística en euskera» de los niños recién llegados.

Siguiendo este programa, cuando los alumnos de entre 4º de primaria y 2º de la ESO de otros países se integran en los colegios vascos, pasan entre 10 y 12 horas a la semana, prácticamente la mitad de la jornada lectiva, en lo que se conoce como aula de inmersión.

Durante ese tiempo, los menores recién llegados están en un lugar separado aprendiendo euskera, mientras sus compañeros trabajan otras materias. Estas clases diferenciadas pueden alargarse hasta 36 meses, tres cursos, y buscan que los alumnos alcancen un A2 de euskera, lo que en el marco europeo se describe como un nivel «básico o elemental».

El consejero de Educación, Jokin Bildarratz, se refirió expresamente a este programa el pasado martes cuando en una rueda de prensa anunció que 35 menores ucranianos ya se habían escolarizado en el País Vasco. Según explicó, habían decidido utilizar para los refugiados recién llegados al País Vasco este programa que ya se estaba aplicando a otros alumnos extranjeros. Esta afirmación hizo saltar las alarmas entre quienes defienden el derecho de las familias a elegir una enseñanza en español.

El PP vasco, Iñaky Oyarzábal, llegaba a considerarlo «un despropósito». «No les servirá para entender ni comunicarse en la calle; desde luego no en las ciudades vascas ni en una gran parte de los pueblos», añadía. Desde la Asociación Hablamos Español añaden su preocupación por el impacto que pueda tener este programa no solo en el nivel de aprendizaje de los recién llegados ucranianos sino en todos los inmigrantes que se escolarizan en el País Vasco.

Dejan de aprender matemáticas
Estos alumnos dejan de asistir a las clases de otras materias, como las matemáticas o las ciencias, durante el tiempo que están en el aula de refuerzo. Cuando presentó el programa, la Consejería de Educación vasca explicó que esas horas se dedicaban a desarrollar las competencias idiomáticas mediante «otras metodologías», y ponían como ejemplo actividades de plástica o educación física. «No aprenden las asignaturas», denuncian desde la asociación.

«Es un programa únicamente pensado para centrarse en el aprendizaje del euskera», explican. Además, se quejan de la falta de información que existe acerca del seguimiento que se hace de estos alumnos o las fórmulas de evaluación que se aplican para pasar de curso. Precisamente esa preocupación les llevó a contactar con la consejería en septiembre de 2021, que fue cuando el programa dejó de ser piloto para extenderse a casi una treintena de centros educativos.

Desde entonces han contactado con el responsable del programa, con la Delegación del Gobierno y con la Dirección de Diversidad e Inclusión Educativa. Únicamente, explican, han conseguido que les envíen un correo electrónico donde se repiten los mismos objetivos que figuran en la página web informativa y se explica que está planteado para «el alumnado de reciente incorporación al sistema educativo que no conoce la lengua de aprendizaje». Este periódico también ha tratado de solicitar información al respecto, pero desde la consejería alegan que se trata de un programa que aún lleva poco tiempo en marcha.

Presión para estudiar en euskera
De hecho, el programa únicamente está implantado en centros educativos que ofrecen enseñanza en modelo D, solo en euskera. Por lo tanto, no existe la posibilidad de una inmersión lingüística en castellano como la que sí se plantea en euskera. Desde Educación señalan que se trata de una cuestión estadística, ya que la oferta educativa en modelo A, solo en español, aunque existe, resulta minoritaria en la comunidad autónoma.

Sin embargo, desde la asociación Hablamos Español denuncian que la consecuencia directa es que a las familias recién llegadas únicamente se les da opción a escolarizar a los niños en euskera. «Reciben una presión enorme», aseguran. Ponen como ejemplo el de una familia que no hace mucho llegó al País Vasco desde otra comunidad autónoma. Terminó por volverse a mudar porque sólo le ofrecieron la posibilidad de escolarizarse en una ikastola y su hija no podía seguir las clases en euskera.

«Lo más preocupante es que se está haciendo con financiación europea», alertan. De ahí que hayan acudido a Bruselas para poner en conocimiento lo ocurrido. En el documento de seis páginas al que ha tenido acceso a este periódico explican a O’Reilly que se trata de un programa «con tintes xenófobos», que a su juicio vulnera la legalidad vigente y resulta «discriminatorio y lesivo» para el aprendizaje de los alumnos.

ABC se ha puesto en contacto con la Consejería de Educación del Gobierno vasco, que ha declinado valorar la polémica. Se limitan a señalar que es un programa que lleva ya varios años en marcha y que va más allá de la cuestión idiomática.

Pacto educativo ‘in extremis’ que no aclara el papel del euskera
Las negociaciones no fueron sencillas ni el pacto que se alcanzó podría considerarse ‘de calado’. De hecho, aunque algunas formaciones, como Podemos, daban por seguro el acuerdo a primera hora de la mañana, las negociaciones se retrasaron más de lo previsto. Los grupos necesitaron un receso de cuatro horas para negociar en torno al euskera y no fue hasta pasadas las seis de la tarde cuando llegó la fumata blanca.

Lo hizo además sin terminar de aclarar cuál será el papel del euskera en el futuro educativo del País Vasco. En los últimos días se ha pasado del modelo «plurilingüe con el euskera como eje» que propuso el borrador, al sistema con tres idiomas vehiculares, los dos oficiales y una lengua extranjera, que pedían las enmiendas pactadas por PNV y PSE.

Finalmente, la ponencia optó por una redacción ambigua y abierta en la que no termina de quedar claro cuál será el papel del euskera en el nuevo sistema educativo o si tras la reforma se mantendrán los tres modelos actuales. Solo así se consiguió el voto favorable del PSE, PNV, Podemos y EH Bildu. El grupo PP+Ciudadanos se había desmarcado ya a primera hora criticando que se apostaba más «por la euskaldunización que por la educación».

Tras la publicación de este documento, la pelota está ahora en el tejado del Gobierno vasco. El informe de la ponencia servirá de base para elaborar la reforma educativa y será el Ejecutivo de Urkullu quien finalmente aclare cuál será el papel de la lengua vasca. La previsión es que se apruebe antes de que termine el año.

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