Viaje a Polonia para recoger a 13 refugiados
Cinco ertzainas jubilados, entre ellos el eskoriatzarra Rafa Carriet, partieron hacia la frontera entre Polonia y Ucrania en tres vehículos
Diario Vasco, , 21-03-2022El eskoriatzarra Rafa Carriet, maestro de la escuela de artes marciales y deportes de combate Atama, regresó hace unos días del viaje que realizó con otros cuatro compañeros ertzainas jubilados: Enrique, Pepe, Manu y Jon y una traductora, Itziar, hasta la frontera de Polonia con Ucrania con el fin de traer a un grupo de trece refugiados ucranianos. Fueron tres coches, dos en cada uno de ellos para irse intercambiando en la conducción, y no tener que parar, con el fin de llegar lo antes posible.
Carriet señalaba al DV que «tenía previsto ya hacer algo sobre esto viendo la situación que estaban padeciendo los refugiados ucranianos en los países fronterizos con el país. Entonces un compañero y amigo con el que suelo dar vueltas en moto me lanzó el mensaje de que querían hacer un convoy hasta Cracovia, que era donde en principio íbamos a ir pero al final llegamos hasta Katowice. Me dijo que estaba buscando gente para este viaje para ir hasta allí con nuestros vehículos. Entonces yo le dije que tenía un vehículo con siete plazas y yo voy. Me comentó entonces que necesitábamos dos conductores por vehículo para poder ir relevándonos. Al final conmigo vino una compañera que además era traductora que hablaba en inglés». Los tres vehículos partieron el miércoles de la pasada semana en dirección a Polonia «el lunes y martes hicimos los preparativos. Cargamos productos para llevar, ya que mi amigo tenía contacto con la asociación de ucranianos que hay en Araba y de Euskadi, y ya partimos para Polonia con la ayuda humanitaria», comentaba Carriet.
Para iniciar el viaje, quedaron en reunirse los cinco compañeros y la traductora en el alto de Itziar, con el fin de salir juntos desde allí en dirección a Polonia. «Partimos a las 9.00 horas desde allí los dos de Araba, los tres de Bizkaia y yo de Gipuzkoa. Desde el inicio del viaje teníamos claro que apenas pararíamos. Fuimos haciendo relevos por el camino, con el fin de que mientras uno conducía el otro descansaba. Y llegamos a Katowice al mediodía del jueves, 31 horas después de la salida. Para el regreso tardamos menos, porque a la ida fuimos por Alemania y a la vuelta regresamos por Chequia», comentaba Carriet.
Alimentos y material sanitario
Nada más llegar al centro de acogida añade que «fuimos al punto de recogida en el que habíamos quedado con el contacto que teníamos allí, que era una familia de Polonia, Gregori y su familia, y ya ponernos en marcha. Ellos nos ayudaron para centralizar a las personas que íbamos a traer». En cuanto al material que llevaban con el fin de ayudar a los refugiados ucranianos que se encuentran en Polonia Carriet señalaba que «sobre todo llevábamos productos de primera necesidad, alimentos y medicinas. Parte de lo que llevábamos nos lo habían facilitado las asociaciones ucranianas y además también nosotros aportamos lo nuestro. Pero sobre todo eran cosas que llevábamos nosotros. Todo lo dejamos en el centro de acogida de Katowice».
Respecto a los refugiados que iban a traer Carriet señalaba que «íbamos ya con una lista cerrada de la gente que teníamos que recoger. Sabíamos a quiénes íbamos a traer y a dónde. Cuando llegamos algunos ya estaban allí esperando pero a otros hubo que esperar a que llegaran».
De regreso a casa
Finalmente entre los tres vehículos trajeron a trece refugiados ucranianos: «los que llegaron todos eran mujeres y niños, no había hombres. Salimos dos vehículos de Polonia el viernes por la tarde y el tercero se quedó esperando a que llegaran los refugiados que se había acordado para traerles», señalaba Carriet.
«Cuando conseguimos llegar a Euskadi, cada uno cogió la dirección hacia donde tenían que llevar a los refugiados ucranianos. Los seis que venían en nuestros dos vehículos fueron a Araba. Y los otros siete del tercer vehículo que salió más tarde, fueron a Bizkaia. Se sumó un coche más en el regreso, ya que una de las familias ucranianas que venía lo hizo en su propio coche», quiso explicar.
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