Refugiados ucranianos: ¡Pero si tiene jabón!
El agua del mar no apagaría el infierno que merece Vladimir Putin por hacerle esto a los niños, a nuestros niños, que son todos los niños
El Periodico, , 19-03-2022Una niña que vio el mar por primera vez agarrada a mi mano. Eran tres semanas de colonias en Villablino, y una de las actividades era la excursión a la playa de Colunga. Íbamos malhumorados por el clima de Asturias sin saber que la hija de una cajera de supermercado leonesa, de once años, no había visto el mar. La precariedad convirtió la cercanía geográfica en una distancia insalvable para ella. Lloviznaba en Colunga. En pleno agosto, el viento tiraba de los anoraks como un perro rabioso, pero esta niña abrió los ojos a la desmesura del océano. La acompañé a la orilla, se acercó temerosa. La espuma corría sobre las olas.
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