E. P. Melilla

Los cables de acero trenzados que forman la sirga tridimensional de Melilla podrían ser revestidos de algún tipo de material que redujese aún más el peligro de lesiones para los inmigrantes que intenten acceder a la ciudad autónoma saltando la valla que la separa de Marruecos, según informaron fuentes de la lucha contra la inmigración ilegal.

El fin de los trabajos de instalación de la sirga tridimensional está previsto para finales del mes de setiembre. En todo caso, precisaron las fuentes consultadas, una posible mejora del sistema de trenzado se realizaría al término total de la obra, que incluye los sistemas de alerta y disuasión, lo que se producirá alrededor del mes de noviembre.

El pasado 4 de julio, tres inmigrantes fallecieron en un intento de saltar el vallado protagonizado por entre 50 y 70 subsaharianos. Los inmigrantes que lograron acceder a suelo español presentaban pequeñas heridas, rasguños, cicatrices y dolor de espalda.

El sistema de cables trenzados se levanta 80 centímetros sobre el espacio que hay entre la primera y la segunda valla y algunos cayeron sobre él. «Si uno se tira desde una altura de seis metros, sea sirga o cemento armado, se va a hacer daño. Evidentemente, vamos a estudiar en algunos puntos poner alguna protección más. Hay varias opciones, pero en este momento no se ha tomado ninguna decisión más», confirmó Alfredo Sallén, presidente de la empresa que construye el vallado.

Elementos «no lesivos»

En todo caso, el jefe de obra, Emilio José Cuenca, defendió que los elementos que componen valla y sirga «no son lesivos, no son elementos cortantes o punzantes» y, por tanto, las lesiones «debe ser mínimas». Cuenca explicó que se trata de una valla «con características únicas en el mundo» por cuyo diseño ya se ha interesado Estados Unidos, que podría aplicar el modelo en su frontera con México. En los trabajos de instalación trabajan 170 personas que han encontrado especial dificultad en levantar las piquetas de seis metros de altura, por medio de grúas, que preceden a otro metro y medio de valla que se inclina en perpendicular hacia territorio marroquí cuando los inmigrantes se agarran al vallado para intentar escalarlo, según explicó Cuenca.

Por el momento, el trabajo de reforzamiento de la valla e instalación de la sirga alcanza a 7,6 kilómetros de los diez que mide el perímetro, donde ya se han colocado 627 postes.

La sirga sumará 1.200 kilómetros de cable con un grosor que variará desde los tres a los doce milímetros.