La llegada de desplazados ucranianos a Euskadi mantiene su ritmo sostenido de las tres últimas semanas y ayer se alcanzaron ya las 350 personas registradas en la red de acogida que las instituciones han reforzado para atender a quienes huyen de la guerra. Esta cifra de desplazados hace que el País Vasco alcance el ecuador previsto en el plan de contingencia que las instituciones vascas acordaron hace una semana, que fija en 700 las personas acogidas que obligarían a pasar del actual ‘escenario uno’ a un ‘escenario dos’ donde los recursos disponibles deberían reforzarse aún más. Es muy probable que el número de desplazados ucranianos en Euskadi ya sea en la actualidad superior a 700, al menos si se tienen en cuenta las decenas de personas que han llegado por sus propios medios y han sido acogidas en casas particulares. Pero la contabilidad oficial solo registra aquellas que están alojadas en recursos vinculados al sistema estatal de acogida.

Una semana después de que se aprobara el ‘Primer plan de contingencia de Euskadi para la acogida de personas desplazadas por causa de la invasión de Ucrania’, el Ejecutivo vasco, la Delegación del Gobierno en Euskadi y asociaciones como CEAR, Zehar-Errefuxiatuekin, Cruz Roja y Cáritas mantuvieron ayer una reunión de seguimiento en Lehendakaritza para coordinar el desarrollo del plan. En este encuentro constataron que el número de ucranianos acogidos en los diferentes recursos ronda las 350 personas, por lo que aún es pronto para valorar un posible paso al ‘escenario dos’ del plan.

El director de Migración y Asilo del Gobierno Vasco, Xabier Legarreta, reconoce que las cifras totales de refugiados que están llegando a Euskadi son «difíciles de determinar», ya que a los recursos institucionales habría que sumar la labor de acogida que está llevando a cabo la comunidad ucraniana en el País Vasco, «que está alojando a numerosos familiares y amigos», además de las familias vascas que solían participar en programas de acogida a niños de Chernóbil.

En este contexto, las instituciones vascas trabajan para «ordenar» los recursos de los que se dispone para poder ofrecer las plazas en la medida en que el sistema estatal de acogida necesite ese refuerzo, para que «nadie se quede en la calle».

El sistema de acogida del Estado en Euskadi –hay que recordar que las competencias en migración son estatales– cuenta con algo más de 500 plazas de acogida que están gestionadas por entidades sociales como CEAR o Cruz Roja, aunque muchas de ellas ya estaban ocupadas antes de que estallase la crisis de Ucrania. Como refuerzo, las instituciones vascas también disponen de recursos de acogida permanentes en Oñati, Tolosa y Berriz –que gestiona Zehar-Errefuxiatuekin–, a los que al inicio de la crisis ucraniana se sumó un recurso adicional habilitado en Irun para 150 personas. En total, las plazas que han aportado las instituciones vascas de forma urgente han sido cerca de 200.

Nuevos albergues
A ellas se han sumado en la última semana dos recursos ofrecidos por las diputaciones forales de Gipuzkoa y Araba para reforzar el sistema estatal: 150 plazas del albergue de Hondarribia y otras 90 de un albergue de Vitoria. Sumando todas ellas, Euskadi podría tener cubiertas las 700 plazas que contempla el ‘escenario uno’ del plan de contingencia, pero sería necesario encontrar más recursos si se alcanza el ‘escenario dos’. En ese caso, habría que recurrir a pisos de Alokabide o incluso a hoteles y hostales. El Gobierno Vasco da por seguro que el número de desplazados irá en aumento en las próximas semanas.