El Gobierno español ha pedido a la Comisión Europea, a Libia y a Malta que encuentren una solución «en las próximas horas» para acoger a los 51 inmigrantes rescatados el viernes en alta mar por un pesquero español al que las autoridades maltesas retienen a 16 millas de la costa. El ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, conversó ayer sobre este asunto con su homólogo maltés y con las embajadas españolas en Malta y en Libia. El segundo del Ministerio, Bernardino León, que también participó en las negociaciones, informó de que su cartera está en contacto con Libia y Malta, «en primer lugar para asegurar la vida y las condiciones mínimas de humanidad para estas 51 personas» y, en segundo lugar, «para que se apliquen las convenciones internacionales, tanto la de búsqueda y rescate en el mar como la de protección de la vida humana en el mar, y se pueda dar cobijo seguro a estas personas antes de proceder a su identificación y eventual repatriación».

>
Las autoridades españolas, que también se han puesto en contacto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), ha pedido a los gobiernos de estos dos países y a la Comisión Europea que se encuentre «una solución a esta situación en las próximas horas».

>
Sobre si los inmigrantes pudieran ser aceptados por España, León afirmó que la aplicación de las convenciones firmadas en el marco de la Organización Marítima Internacional – sobre búsqueda, rescate y protección de la vida humana – requieren que los países «más cercanos al lugar en que se produjo el rescate – los citados estados de Libia y Malta – hallen una solución para acoger a estas personas».

>
«Del mismo modo que España cuando se producen este tipo de situaciones en las inmediaciones de nuestro territorio e incluso en alta mar, lo primero que hace es velar por la vida de esas personas», concluyó Bernardino León.

>
Tanto los náufragos, 42 hombre, ocho mujeres y una niña de dos años, que dicen ser de Eritrea, como los miembros de la tripulación, cuatro de ellos marineros gallegos, se encuentran bien de salud. Un helicóptero maltés les llevó ayer por la tarde un cargamento de pasta, agua y pan. Además, las autoridades de Malta se brindaron a desembarcar del pesquero a la menor, que presenta síntomas de deshidratación, y a su madre, pero esta rechazó la invitación y prefirió continuar con el resto del grupo.

>
El patrón y armador del Francisco Catalina , José Durá, aseguró anoche a La Voz que el nuevo envío de comida permitirá cubrir las necesidades durante un día o dos «como máximo», y alertó de que la situación no puede prolongarse durante más tiempo: «Continúan negociando y seguimos igual – afirmó – ; pero no podemos estar así seis o siete días porque si no puede empezar a haber follones».

>
Los italianos pasan del largo

>
La patera encontrada por el Francisco Catalina el viernes no es la única que intenta atravesar el Mediterráneo en estos días. Ayer, otros dos pesqueros italianos avistaron sendas embarcaciones repletas de inmigrantes indocumentados, pero no los subieron a bordo, sino que se limitaron a dar aviso a las autoridades de Malta, que en este caso sí guiaron a los clandestinos hasta tierra firme. En este sentido, la embajadora española en la isla asegura que la negativa de las autoridades maltesas a recibir al Francisco Catalina «puede provocar que otras embarcaciones no quieran socorrer a las pateras para evitarse problemas», pero aplaudió la decisión del patrón español porque, recordó, «hay convenios internacionales que obligan a prestar ayuda».

>
En las negociaciones que se llevan a cabo se está teniendo muy en cuenta el precedente de hace unos meses, en el que un barco de recreo holandés asistió a 22 personas en un cayuco en las costas turcas y, tras una intervención de la Organización Marítima Internacional y de ACNUR, fueron desembarcados en Turquía.