Muchas de las familias ucranianas huidas de la guerra que se acercan estos días a la comisaría de la Policía Nacional en San Sebastián para solicitar la protección temporal internacional confían en que la solicitud de asilo sea precisamente eso: temporal. «La sociedad vasca y las instituciones se están volcando para darnos la mejor atención en estos momentos tan duros, pero si les pregunto a mi padre o a los niños si quieren quedarse a vivir aquí, me dicen que lo que desean es volver a Ucrania, a su vida anterior», relata Alicia, una ucraniana que lleva 17 años residiendo en Gipuzkoa y que en la última semana ha visto cómo su casa se convertía en un albergue improvisado para acoger a seis familiares que huyeron de las bombas y llegaron a Lasarte-Oria tras cinco días de carretera desde Ucrania.

Alicia acompañó ayer a sus seis familiares –su padre, Gregori, dos primas que comparten el nombre de Natalia y los pequeños Bogdan, Glieb y Tijomir– hasta la comisaría de Donostia para tratar de regularizar su situación. «Hemos escuchado que desde el lunes se podía pedir la protección temporal y nos hemos acercado para que puedan estar legales aquí el tiempo que tengan que quedarse, al menos mientras dure la guerra», explica Alicia en nombre de sus familiares, que aún no hablan español. Los ha acogido a todos en su casa y «duermen en el suelo, pero están contentos». «¿Si tienen la idea de quedarse a vivir aquí? No, no. Los niños están deseando volver a su casa, porque allí han dejado a sus padres y a sus hermanos mayores. Para ellos esta es una etapa de paso antes de poder regresar a casa», señala.

Los deseos de estos tres niños tienen mucho de inocencia infantil, porque la mayoría de las familias que han solicitado la protección temporal en la comisaría donostiarra en los dos últimos días son conscientes de que su estancia en Gipuzkoa puede ir para largo. Si el lunes la oficina habilitada para atender exclusivamente a ciudadanos ucranianos tramitó cerca de medio centenar de solicitudes, ayer se repitió el goteo constante de familias en busca de amparo legal. El comisario provincial de la Policía Nacional en Gipuzkoa, Iñigo Echauri, señaló a este periódico que el proceso se está llevando a cabo de forma «ordenada» y confió en que hoy mismo se pueda empezar a comunicar a los solicitantes que se han aceptado sus peticiones de protección temporal, que les concede de forma directa el permiso para residir y trabajar en España por un año prorrogable a tres.