Una ecuatoriana cae por un balcón en Madrid tras ser atacada por su amante

ABC, 17-07-2006

MARIO DÍAZ

MADRID. Tanto corrió el alcohol que al final lo hizo la sangre, la de una pareja ecuatoriana de Puente Vallecas a manos de un invitado en su casa, un hombre argelino que acabó empuñando las botellas que bebían para agredir a sus anfitriones, aunque podrán vivir para contarlo. La Policía todavía investiga qué sucedió ayer de madrugada, pero señala como hipótesis del origen del suceso motivos sentimentales: alguna relación entre el agresor y la mujer ecuatoriana, conjetura que reafirmaban ayer vecinos de la pareja.

Todo comenzó la noche del sábado al domingo. Sobre las 2.00 de la mañana, según algunos residentes del número 42 de la calle del Monte Perdido, se empezó a escuchar una juerga alternada con una discusión a la que ya estaban muy acostumbrados. «Ya empezaron con la bronca porque venían bebidos de la calle; compraban litronas y se ponían hasta más no poder», afirmaba Santiago, un vecino, a Ep.

Las horas fueron pasando, el alcohol fue corriendo y los gritos de la mujer ecuatoriana se fueron incrementando. «Estaba desesperada, histérica», recuerda Santiago. Poco antes de las 7.00 de la mañana de ayer, los vecinos se alertan de verdad cuando escuchan que la juega deja paso únicamente a la discusión, y ésta a los golpes. De pronto, se escucha un impacto en la calle: «Habían oído cómo tiraban o se caía la mujer desde el balcón», explican fuentes de Emergencias.

Cayó desde el balcón

La Policía todavía investiga si la mujer había sido arrojada desde su balcón, en un primer piso – a unos dos metros de altura – , o si lo había decidido ella misma para huir de la agresión a la que estaba siendo sometida junto a su pareja ecuatoriana a manos del argelino: además de la caída, tenía cortes en la frente o los brazos. Cuando fue atendida por los sanitarios, poco después, estaba totalmente cubierta de sangre.

La mujer, de 29 años, sufre un traumatismo craneoencefálico, otro facial y una rotura de muñeca, todos ellos por la caída, además de los diversos cortes. Fue trasladada en estado «menos grave» (sufre heridas importantes pero su vida no corre peligro) al hospital Doce de Octubre.

Junto a los sanitarios del Samur – Protección Civil, hasta allí se desplazaron dotaciones de las Policías Municipal y Nacional. Tras subir al primer piso, se encontraron con un tétrico espectáculo: el joven ecuatoriano, de 23 años, estaba también cubierto de sangre por los diversos cortes sufridos, además de inconsciente por un más que probable botellazo en la cabeza. Con un traumatismo craneoencefálico, rajado de arriba abajo y tras entrar en parada cardiorrespiratoria, el herido fue trasladado al Gregorio Marañón. Su estado es también «menos grave»: pese a la gravedad de las heridas, podrá recuperarse.

En el mismo piso, «agresivo e irritado pero sin oponer resistencia» – según fuentes policiales – se encuentra el agresor, el ciudadano argelino, de 39 años. Ayer no trascendió la identidad de ninguno de los involucrados.

El agresor, en evidente estado de embriaguez como sus dos víctimas, reconoce lo ocurrido y es detenido. Él no tiene ni un rasguño, aunque también está ensangrentado de las heridas que ha provocado. No es el único: en la casa, dos niños, probables hijos de la pareja ecuatoriana, han asistido al terrible espectáculo y también se han manchado de sangre, aunque están ilesos.

«Al niño, de 4 años, se le ha quedado grabado lo visto y ha sido atendido por una psicóloga. La niña sólo tiene 4 meses», explica Emergencias. Los Servicios Sociales se hacen cargo de ellos y abandonan el piso. Sus paredes, repletas de sangre, son reflejo de lo vivido.

Mientras, los vecinos de la pareja ecuatoriana apuntan a la versión en la que trabaja la Policía para explicar lo ocurrido: la discusión pudo empezar por una rivalidad entre los dos hombres por la mujer. Algunos, incluso, aseguran que el argelino vivía con la pareja, de lo que duda la Policía.

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