El Hotel Ilunion de Bilbao fue en 2020 uno de los primeros establecimientos hoteleros del País Vasco en dar un paso al frente y ofrecerse como lugar de recuperación a pacientes Covid que no podían aislarse adecuadamente en sus casas. Ante la llegada de los primeros refugiados ucranianos, de nuevo ha sido uno de los primeros en abrir sus puertas y ofrecer sus instalaciones para acoger a las familias que huyen de la guerra.

«Esta vertiente social siempre ha estado en nuestro ADN», nos cuenta Álvaro Díaz-Munío, gerente del hotel, que nos atiende por teléfono cuando apenas queda media hora para que llegue un segundo grupo de 25 personas. Se unirán a los 22 que llegaron el miércoles por lo que esta noche, nos cuenta, se reunirán casi 50 en la cena de bienvenida que les ha preparado el hotel.

Díaz-Munío y su equipo han habilitado toda una planta donde los espacios se han adaptado y se ha tratado de eliminar al máximo la frialdad que a veces transmiten las habitaciones de los hoteles. «Lo que queremos es que no se sientan clientes», explica. Para ello, se ha habilitado un lugar donde las madres pueden calentar biberones, hay espacio de juegos para los niños y también pequeños salones de descanso para los adultos. «Queremos que puedan hacer lo que les dé la gana», nos explica.

Desbordados de solidaridad
El grupo está compuesto sobre todo por mujeres y niños. Las más mayores son las abuelas de la familia y el más joven apenas tiene tres meses de vida. «Llegan con lo puesto; muchos ni siquiera traían una mochila», nos cuenta el director del hotel. De ahí que tras la llegada del primer grupo hicieran un llamamiento a los vecinos para que donaran comida, ropa, juguetes o productos de higiene.

«La respuesta nos ha desbordado», confiesa Díaz-Munío que a media mañana han hecho un llamamiento para que los vecinos llegaran de llevar más cosas. En menos de 24 horas han llegado tantas donaciones que han tenido que habilitar parte del garaje como almacén. «Ahora estamos clasificándolo», añade.

Todas estas familias han llegado al hotel Ilunion con la intermediación de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR). Es solo una de las muestras de solidaridad que estos días se multiplican por todo el País Vasco. Se unen a los recursos que ya ha habilitado el Gobierno vasco y donde esta semana también han empezado a llegar las primeras familias ucranianas.

Para tratar de dar una respuesta a todas las iniciativas que vayan surgiendo y ordenar la llegada de refugiados, el Gobierno vasco ha activado una Mesa de acogida que estará presidida por el lendakari, Iñigo Urkullu. En su primera reunión han aprobado el Primer Plan de Contingencia de Euskadi para la acogida de personas desplazadas por causa de la invasión de Ucrania a través del cual tratarán de vertebrar todas las iniciativas.

De momento, las familias que ya están instaladas en el hotel Ilunion de Bilbao se quedarán al menos un mes, aunque Díaz-Munío reconoce que no hay límites y que su estancia se podrá alargar tanto como CEAR considere necesario. «No hay previsión, hablamos de un mes pero podríamos estar hablando de siete meses», concluye.