El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, ha asegurado esta madrugada que 100.000 personas han huido a través de los corredores humanitarios en las dos últimas jornadas. En un nuevo vídeo, el mandatario ha acusado a Rusia de impedir un mayor y más seguro movimiento de los ciudadanos hacia zonas seguras. En Mariupol y Volnovaja, ha dicho, “están completamente bloqueados”. Los intentos por evacuar la primera de esas ciudades, clave en las intenciones militares rusas de conectar la península de Crimea con el Donbás, han fracasado repetidamente varios días, el último ayer. A pesar de ello, Rusia asegura que este viernes habilitará pasillos para permitir el paso de civiles en Mariupol, donde las condiciones son “apocalípticas, según la Cruz Roja” además de en Kiev, Sumi, Járkov y Chernigov. Hasta ahora, 2,3 millones de personas han buscado refugio fuera de Ucrania, según Naciones Unidas. Esta noche, el Senado de Estados Unidos ha aprobado 13.600 millones de dólares en ayuda a Ucrania, un día después de que lo hiciera el Congreso. En la Unión Europea, los jefes de Estado y de Gobierno continuarán este viernes su reunión de dos días en Versalles (Francia), en la que se busca aumentar el gasto en defensa y la independencia energética. En el frente de la guerra, las tropas rusas han atacado este viernes la ciudad de Dnipró, donde al menos una persona ha muerto por los bombardeos, y también la de Lutsk.
Sirenas de madrugada en Lviv, junto a la frontera con Polonia
Con más de 700.000 habitantes, Lviv (Leópolis en español) es una de las ciudades más grandes de Ucrania. Se encuentra al oeste, junto a la frontera con Polonia, considerada por ahora la zona más segura del país, dado que se encuentra alejada de las tropas rusas. Sin embargo, la población de esta localidad también sufre las consecuencias del conflicto. En esta última madrugada han sonado las alarmas para pedir a los ciudadanos que se dirijan a los refugios antiaéreos, cuenta el enviado especial de EL PAÍS en la ciudad, Luis de Vega.