El barco retenido en Malta sólo tiene víveres para dos días

El Mundo, 17-07-2006

Las autoridades de La Valletta continúan sin autorizar el desembarco de un buque español que rescató a 51 inmigrantes Un helicóptero maltés llevó ayer, a las 15.30 horas, víveres y agua al pesquero español Francisco Catalina que el viernes rescató a 51 inmigrantes subsaharianos a 100 millas de Malta y cuyas autoridades locales siguen desautorizando su desembarco en el puerto de La Valletta.


El armador y patrón del barco, José Durá, explicó que este avituallamiento cubrirá las necesidades de las personas a bordo durante uno o dos días «como máximo», según informa Efe. Las autoridades de Malta se brindaron ayer a desembarcar del pesquero español a dos de los 51 inmigrantes, una niña con síntomas de deshidratación y a su madre, pero ésta rechazó abandonar la embarcación.


En condiciones normales, el pesquero lleva consigo alimentos y agua para alrededor de tres días, explicó el patrón Durá, quien añadió que el combustible no representa ningún problema, pues tienen más que suficiente.


Además de los inmigrantes rescatados – 42 hombres, ocho mujeres, dos de ellas embarazadas, y un bebé de dos años – , viajan en el barco con base en Carboneras (Almería) una tripulación de 11 marineros, parte de los cuales proceden de Santa Pola (Alicante) y de Muxía (Galicia).


Los tripulantes y los inmigrantes se encuentran en buen estado de salud y no precisan ayuda de ningún tipo. La embarcación estaba faenando en plena campaña de la gamba cuando ocurrieron los hechos y ahora se ha visto obligada a interrumpir su actividad, según lamentó el armador.


Por el momento, el patrón está a la espera de los resultados que obtenga el Ministerio español de Asuntos Exteriores de sus conversaciones con las autoridades de este país mediterráneo, miembro de la UE desde el año 2004.


El pesquero Francisco Catalina, de 26 metros de eslora, avistó la embarcación de los 51 inmigrantes hacia las 13.00 horas del pasado viernes, «en situación extrema» a 100 millas al sureste de Malta, y prestó auxilio inmediato. La embajada española en Malta sigue negociando con las autoridades de ese país mediterráneo el desembarco «sobre la base jurídica de dos convenios de organización marítima» de 1986 ratificados por ambos países.


Según explicó un portavoz de Exteriores, dichos convenios contienen una serie de enmiendas que entraron en vigor el pasado 1 de julio, que recogen la obligación de los buques a prestar asistencia a las personas, independientemente de su nacionalidad y de su estatus.


Contemplan asimismo la obligación de los Estados de cooperar con los responsables de buques que prestan asistencia, facilitándoles su entrega en un lugar seguro.


Además, existe un precedente de un barco de recreo holandés que asistió hace unos meses a 22 personas en un cayuco en las costas de Turquía, y tras una intervención de la Organización Marítima Internacional y de ACNUR fueron desembarcados en Turquía.


La embajadora de España en ese país, Marta Vilardel, explicó que otros dos pesqueros italianos avistaron anteanoche más pateras con inmigrantes irregulares, pero no los recogieron a bordo sino que se limitaron a dar aviso a las autoridades de este país. Según Vilardel, «desgraciadamente» se corre el riesgo de que las embarcaciones no quieran socorrer a las pateras o cayucos para evitarse problemas, «pero hay que tener en cuenta que hay convenios internacionales que obligan a prestar ayuda».


Además de las negociaciones tendentes a lograr el desembarco de los inmigrantes, la embajadora ha gestionado el envío de alimentos, el acercamiento del barco hasta 16 millas de distancia de la costa para que la tripulación tuviera cobertura en los móviles y pudiera hablar con sus familias y la visita del médico. La embajadora no consideró como la solución más aceptable que el pesquero tuviera que regresar a España, ya que ello supondría cinco días de navegación.

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