El Ayuntamiento de Valladolid ha anunciado hoy un acuerdo por el que la ciudad acogerá un Centro de Atención a Refugiados que tendrá capacidad para en torno a 200 personas. El edificio, que se situará en el entorno del Hospital Río Hortega, será «ultramoderno» y contendrá un área residencial, pero también instalaciones deportivas compartidas con el barrio, según ha explicado el alcalde de la capital vallisoletana, Óscar Puente. La parcela destinada a tal efecto, de más de 10.000 metros cuadrados, se venderá «de inmediato» al Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones para que empiece el procedimiento, que tendrá que haber terminado «como tarde en diciembre de 2024».

Acompañado de los concejales de Planeamiento Urbanístico y de Servicios Sociales, Manuel Saravia y Rafaela Romero, Puente ha aclarado que, si bien no puede desligarse del conflicto bélico actual en suelo ucraniano, «la política de migraciones no puede hacerse a golpe de conflicto»: el proyecto ya se estaba gestando y pretende ofrecer una «atención inicial» especializada, en la línea de lo que también se prepara en Soria o en Albacete.

Estos centros servirán, han explicado, para reforzar una «infraestructura insuficiente» que hasta ahora repartía a 940.000 personas con petición o con orden de protección oficial sólo en diez centros de toda España, según datos proporcionados por el propio Ayuntamiento.

Durante esta primera toma de contacto (el tiempo máximo en el centro será de seis meses) se ayudará a familias y a personas con esta protección a integrarse en la ciudad. El edil ha destacado que este «acto de solidaridad» no viene sin contrapartida, ya que es también uno «egoísta» porque se espera que el complejo genere «un beneficio directo que empieza creando puestos de trabajo durante su construcción y planteará 40 puestos fijos». Además de la contratación de trabajadores sociales o de personal de limpieza, se esperan 3,5 millones de euros de retorno anual en compras locales para abastecerlo, y el dinero de la venta de la parcela se dedicará a ampliar el albergue municipal.

Además, el alcalde ha querido anticiparse a posibles polémicas, como la surgida en Soria, y ha asegurado que ya cuentan con la buena disposición de la Federación de Asociaciones de Vecinos y que «la conflictividad asociada a este tipo de centros es nula», porque precisamente la ayuda especializada y la convivencia con el barrio de estos nuevos vecinos la evitarán. «Esperemos que esta ola de solidaridad sirva para pensar en el futuro y para construir un sistema más estable», ha deseado la concejal de Servicios Sociales.

Los pisos de acogida
Según han explicado los representantes municipales, el centro supondrá una reorganización del sistema de acogida de Valladolid. Hasta ahora, hay 188 refugiados en la ciudad, repartidos entre las 90 plazas de un colegio y una veintena de pisos, de los cuáles seis son de propiedad municipal y el resto pertenecen a diversas ONG. En un primer momento, el ayuntamiento ha indicado que pondrá a disposición del Gobierno seis pisos más para absorber la llegada inminente de refugiados ucranianos.